:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/NQW4N7C5C5BTJKX7FA53TTFUZQ.jfif)
Las empresas peruanas han utilizado varias estrategias legales para eludir el pago de impuestos por S/ 15,900 millones (US$ 4,760 millones) anualmente, lo que demanda un mayor control de fiscalización, según información difundida este jueves por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).
El referido monto de elusión responde al pago de impuestos a la renta de tercera categoría, que aplica a las empresas, pero también existe una evasión tributaria del impuesto general a las ventas (IGV) por S/ 22,634 millones (US$ 6,776 millones) y evasión del impuesto a la renta de tercera categoría por S/ 13,993 millones (US$ 4,189 millones).
El intendente nacional de Estrategias y Riesgos de la Sunat, Palmer de la Cruz, explicó a la prensa que se ha reunido con los grandes gremios empresariales para disuadir a las compañías de utilizar los esquemas que han detectado como una forma de elusión en el pago de los tributos.
En ese sentido, el organismo recaudador ha presentado un Catálogo de Esquemas de Alto Riesgo Fiscal para determinar si una empresa está incurriendo en elusión tributaria.
El objetivo de la Sunat es elevar la presión tributaria a 14.9% del Producto Bruto Interno (PBI), respecto del 14.4% del año pasado.
Las modalidades de elusión detectadas por el ente supervisor son la cesión del uso de marca de una empresa, a uno de sus accionistas mayoritarios, con el fin de ahorrar el 24 % de la ganancia en el pago de los tributos.
Asimismo, cuando se terceriza el servicio de gerencia a una empresa vinculada y ésta presenta pérdidas tributarias, con lo cual evitará generar nuevos impuestos y sus ganancias se equiparan con las pérdidas.
Otras modalidades son la creación de empresas en paraísos fiscales, y los convenios de doble imposición tributaria que Perú mantiene con siete países.
El abogado Sergio Vega León declaró a Gestión que las modalidades señaladas por la Sunat no son un “sinónimo de incumplimiento tributario”, pero que se trata de un avance en el grado de predictibilidad, pues las empresas conocerán lo que el ente recaudador buscará fiscalizar.