Con todas las acciones de fiscalización realizadas por se logró retirar del mercado más de 120,000 kilos, que equivalen a 120 toneladas, de sal yodada no apta para el consumo humano y que se presume iban a ser destinadas a la elaboración de drogas ilícitas en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro ().

Recientemente el personal de la Intendencia Regional Ayacucho de la Sunat, en coordinación con el Ministerio Público, la Dirección General de Salud Ayacucho (Diresa) y la Policía Nacional del Perú (PNP), realizó un operativo a cinco establecimientos dedicados a la comercialización de sal.

Como resultado de esta acción se verificó que 1,464 kilos de sal yodada no contaban con el respectivo comprobante de pago que acredite su propiedad, razón por la cual se procedió a su comiso.

Luego de realizar las pruebas de campo, se determinó que 38,784 kilos no reunían los requisitos establecidos para ser considerados aptos para el consumo humano, por lo que la Diresa procedió a inmovilizarlos.

La Sunat indicó que en los últimos operativos de interdicción realizados por la Policía Nacional en la zona del VRAEM se encontró gran cantidad de cloruro de sodio (sal yodada) en las pozas de maceración, la misma que es empleada para la elaboración de pasta básica de cocaína.

Según la PNP, la sal yodada es un insumo que se utiliza en el proceso de extracción del alcaloide de la hoja de coca para elaborar pasta básica de cocaína (PBC), habiéndose convertido en un sustituto de otros bienes fiscalizados para .

Debido a ello, la Sunat ha incrementado el control de los insumos químicos y productos fiscalizados utilizados para la elaboración de drogas ilícitas, así como de los bienes sustitutos que son transportados a la zona del VRAEM.

En lo que va del año la Sunat realizó el retiro (destrucción) de 51,396 kilos de sal yodada que no se encontraban aptos para el consumo humano mientras que se viene realizando los análisis correspondientes a 30,706 kilos de sal yodada a efectos de determinar si se encuentran o no en la misma situación.

De no ser aptos para el consumo humano, se procederá con su inmediata destrucción.