El Banco de Pagos Internacionales (BPI) no ha encontrado una única causa en la investigación de la súbita caída de la libra, y en su lugar ha sugerido factores que van desde la hora del día a la falta de experiencia de empleados como motivos del desplome repentino de la divisa.

La libra esterlina cayó más de 6% en un espacio de dos minutos en los mercados asiáticos el 7 de octubre, y los datos recogidos por Bloomberg muestran que llegó a tocar los US$ 1.1841, el nivel más bajo en 31 años.

La caída repentina en la tercera divisa más intercambiada del mundo se sumó a las preocupaciones de la atribulada libra, que se ha depreciado un 18 por ciento desde la votación de junio sobre una salida de la Unión Europea.

El análisis, en colaboración con el Banco de Inglaterra, señala una confluencia de factores que catalizaron el movimiento, más que una causa única.

Entre ellos, la hora del día jugó un papel significativo al hacer el mercado más vulnerable a desequilibrios en el flujo de pedidos, según el BPI.

La demanda significativa de venta de libras esterlinas para cubrir posiciones de opciones, y la ejecución de órdenes de tope de pérdidas cuando la divisa se depreciaba también tuvieron un impacto.

Asimismo, la presencia de personal con menos experiencia en la adecuación de determinados algoritmos para las condiciones del mercado parece haber amplificado el movimiento, según ha desvelado el informe.

La caída repentina no fue un "fenómeno nuevo", según el informe. "Más bien, representa un punto adicional en lo que parece ser una serie de sucesos súbitos que están aconteciendo dentro de un espectro más amplio de mercados electrónicos rápidos de lo que ocurrían antes, lo que incluye a mercados cuyo tamaño y liquidez solía proporcionar cierta protección contra este tipo de sucesos".

El informe del BPI ha identificado tres fases diferentes en la caída repentina:

  • Fase 1: poco después de la medianoche en Reino Unido, los volúmenes cotizados subieron rápidamente y la esterlina comenzó a depreciarse; los diferenciales oferta/demanda libra-dólar se mantuvieron con pocos cambios.
  • Fase 2: a las 12:07:15 de la mañana, el CME interrumpió el intercambio de futuros durante 10 segundos, en respuesta a los grandes movimientos en los dos segundos previos; en este punto, los diferenciales oferta/demanda en el mercado al contado se habían ampliado significativamente; tras llegar a US$ 1.24, la libra aceleró su caída y el funcionamiento del mercado siguió deteriorándose.

Para las 12:07:34 de la mañana, la libra había llegado a US$ 1.20 y el movimiento había agotado las restantes ofertas de esterlina en las carteras de pedidos a lo largo de una variedad de plataformas electrónicas de intercambio.

  • Fase 3: alrededor de las 12:20 de la mañana, los precios en los futuros y el mercado al contado se habían asentado en torno a 2.2% más abajo frente al dólar respecto a los niveles previos al suceso.

El informe concluye que no se incurrió en pérdidas materiales por parte de instituciones financieras sistémicas, y que hubo pocos contagios a otras divisas o clases de activos.

Sin embargo, y según el BPI, los movimientos repentinos tienen potencial para minar la confianza en los mercados financieros, y por tanto impactar en la economía real, lo que quiere decir que los políticos necesitan desarrollar su comprensión acerca de esta clase de sucesos.