Redacción Gestión

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Reuters.- La en Brasil, Colombia y podría convertirse en una amenaza para la estabilidad financiera de estos países si mantiene su vertiginoso ritmo, advirtió la calificadora de riesgo Standard and Poor's (S&P).

"Los en los tres países podrían estar a punto de entrar en un entorno más complicado, en el que necesitarán afinar bien su estrategia de crecimiento a través de controles de riesgo más estrictos a fin de lograr una prosperidad sostenible, frente a la opción de crecer por crecer", precisó S&P en un reporte.

En el caso de Perú, argumentó que, aunque la cartera vencida ha disminuido durante los últimos años, las amenazas son la alta dolarización de su portafolio de crédito, el aún a pesar de la baja penetración bancaria, y la agresiva política de otorgamiento de préstamos.

Recordó que, en los tres países mencionados, el mayor acceso al crédito por las tasas de ahorro internas más altas, la movilidad social, la sólida inversión extranjera y tipos de interés más bajos han impulsado un crecimiento de entre un 12% y un 16% anual en las carteras crediticias durante los últimos cinco años.

Pero la calificadora ya ve señales de excesos en la entrega de crédito a personas y empresas menos solventes, que está aumentando el riesgo que toman los bancos de estos países. Y dijo que cada vez es más importante que los reguladores pongan en marcha estándares de suscripción más conservadores y estén atentos a los riesgos del sistema.

Otros paísesAunque aseguró que Brasil tiene una calidad de activos adecuada e índices de cartera vencida manejables, la calificadora dijo que recientemente se ha deteriorado el portafolio de crédito al consumo, sobre todo en los préstamos para comprar automóviles y las tarjetas de crédito.

Las luces de alerta para el sistema financiero brasileño son la posibilidad de una desaceleración económica sostenida que afectaría el nivel de empleo, la tendencia hacia una expansión constante de la cartera superior al 15 % y el creciente endeudamiento de los hogares, entre otras.

"Una de las lecciones aprendidas en años pasados (…) es que la rápida expansión de crédito durante ciclos favorables, puede llevar a excesos que ponen en riesgo el progreso alcanzado", dijo S&P.

Colombia tendría más margen para mantener aumentos de dos dígitos en el otorgamiento de crédito en los próximos dos a tres años, ante una penetración bancaria relativamente baja. El problema para los bancos colombianos es que necesitarán capital adicional para mantener el ritmo, según la calificadora.