Redacción Gestión

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En medio de las dudas sobre el real estado de la economía china, la consultora McKinsey publicó recientemente un artículo con los cinco mitos sobre el gigante asiático y que fueron reproducidos por el diario chileno La Tercera.

1. China ha estado aparentando: Un principio clave de la tesis de colapso es que el país no ha establecido las bases para una economía sostenible, ya que no existiría una estructura competitiva y dinámica de empresas privadas. Si bien algunos elemento de una economía de mercado moderna están ausentes, el sector privado es vibrante y muestra una clara tendencia al alza. Además, las reformas adoptadas desde 2013 responden directamente a los cambios estructurales en la economía.

2. La economía no tiene la capacidad para innovar: Muchos sostienen que, en el mejor de los casos, China tiene una débil capacidad para innovar. La experiencia de Jonathan Woetzel, director de la oficina de Shanghái, sugiere que no hay una escasez de jugadores locales con una fuerte cualidad creativa. Alibaba y Xiaomi han surgido como competidores globales gracias a su habilidad para adaptarse a las nuevas condiciones.

3. La degradación medioambiental está en el punto de no retorno: para creer esto, uno tiene que pensar que los chinos están contentos con un medioambiente sucio y que no tienen los recursos financieros para mejorar la situación. Las autoridades están gastando mucho para reducir la contaminación.

4. El rápido crecimiento se vio alentado por la inversión improductiva y la creciente deuda: esta idea implica creer que la economía es impulsada fundamentalmente por la construcción excesiva de caminos, puentes y edificios. Esta es una errónea percepción generada por el hecho que el país es muy grande. Si bien el endeudamiento ha subido de manera explosiva, el gobierno tiene la capacidad para enfrentar una crisis.

5. Las desigualdades sociales y la gente privada de derechos amenazan la estabilidad: estos no son problemas únicos de China. El gobierno ha sugerido políticas para mejorar la distribución de ingresos y crear un sistema de seguridad social justo y sostenible.