Redacción Gestión

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La consultora señaló hoy que en vez de hacer "escarnio" de los economistas por fallar en sus , la sociedad debería empujarlos a que cumplan más con su rol de aconsejar cómo mejorar la economía en el presente y menos en actuar de pitonisos del futuro o científicos forenses que analizan el pasado.

Tal comentario lo hizo luego que en la víspera, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR) fuera "acorralado por los dedos acusadores" de los integrantes de la Comisión de Economía del Congreso quienes criticaron que el ente emisor fue paulatinamente modificando a la baja sus proyecciones de la economía peruana para el 2014.

Cabe señalar que en enero del presente año, el BCR pronosticó la economía del Perú iba a crecer en 6% y en octubre esa estimación era de 3.1%.

Velarde, incómodo por la situación, dijo "nosotros (el BCR) no hacemos predicciones, nosotros hacemos proyecciones con un escenario básico… no hay forma de conocer el futuro".

Al respecto, Maximixe señaló que esa situación reveló la poca habilidad comunicacional que los economistas tienen para expresar que el arte de la proyección está cada vez más lejos de ser una ciencia exacta.

Recordó que para José Carlos Diez, economista español, cuando los economistas intentan predecir el futuro lo único que saben con certeza es que se van a equivocar, por lo tanto lo único que se puede hacer es minimizar el error de previsión y descubrir si las tendencias son sostenibles o no.

"La reflexión de Diez tiene mucha validez, pero es imposible que las familias, las empresas y los gobiernos, que requieren tomar decisiones en base a escenarios futuros, entiendan que las estimaciones de los economistas no son estáticas y tienen margen de error", dijo Maximixe.

Por su parte, el economista inglés, Tim Harford, puso en evidencia la inutilidad de las proyecciones económicas tras la crisis mundial del 2008, con tesis en dos argumentos, de los cuales el primero es que la economía es "complicada" y no se entiende lo suficientemente bien como para realizar previsiones adecuadas.

El segundo argumento es que los analistas tienen un exceso de conservadurismo, ya que no les conviene salirse mucho de la media. "Teniendo en cuenta que la mayoría de los países no están en recesión la mayor parte del tiempo, una estrategia segura de proyección es nunca adelantar que habrá una recesión", acotó la consultora.