(Reuters) Las empresas pesqueras en Perú esperan que el fenómeno climático El Niño no tenga un mayor impacto en la captura de anchoveta, una actividad importante para la economía local, que se recuperaría este año tras un difícil 2016.

La presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería, Elena Conterno, dijo el martes en una entrevista con Reuters que el calentamiento de las aguas del Pacífico que genera el fenómeno climático está ocurriendo a 30 metros de la superficie, mientras que la anchoveta, un pez de aguas frías, podría descender hasta unos 100 metros de profundidad.

"Vemos este año mejor que el anterior, consideramos que el calentamiento del agua es superficial y ahora vemos un enfriamiento interesante y un aumento de vientos que son claves", dijo Conterno. "Esperaremos la llegada del crucero de investigación en abril para evaluar el escenario", agregó.

La captura de anchoveta es clave no solo para el sector pesquero sino también en la actividad de manufactura primaria del país, que es el mayor productor del mundo de harina de pescado.

La ejecutiva espera además que las temperaturas disminuyan hacia fines de abril o mayo, cuando comenzaría la nueva temporada de pesca en la zona del centro-norte del mar peruano, donde se concentra la mayor cantidad de anchoveta.

Conterno se excusó de hacer previsiones de pesca para este año, pero el Banco Central había estimado el viernes que Perú capturará este año 3,62 millones de toneladas de anchoveta, un millón de toneladas menos a su estimación previa porque El Niño podría afectar el desove y crecimiento de este recurso.

La captura de anchoveta en Perú se ha reducido desde las 4.75 millones de toneladas de 2013. El año pasado, la pesca cayó a unas 2.7 millones de toneladas de anchoveta debido al cierre prematuro de la primera temporada de pesca por la presencia de especies juveniles.

"Han sido años difíciles, las empresas han hecho grandes esfuerzos para reducir sus costos y elevar sus gastos para el cuidado ambiental", afirmó Conterno, quien dijo que en la última década las pesqueras invirtieron US$ 500 millones en protección ambiental.