(Foto: USI)
(Foto: USI)

En estos días se encuentra en Lima la delegación de negociadores de la India para llevar a cabo la IV Ronda de Negociaciones de un futuro acuerdo comercial con este país.

Al respecto, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) advirtió al Gobierno que esta negociación no traerá más bienestar a la población, al afectar directamente a la fuente de empleo formal y de calidad, que provee trabajo con salarios por encima del promedio de otras actividades económicas, es decir, al sector industrial.

Dado que la India -explicó el presidente de la SNI, Ricardo Márquez- tiene una política laboral muy laxa. "Es de conocimiento público que el salario mínimo en la India es una política de Estado que se encuentra institucionalizada y que se basa en función a las habilidades de los trabajadores, lo cual redunda en su productividad. Por ello, el sueldo mínimo en la India debe ser una variable de análisis obligatorio para las autoridades de Perú antes de firmar el TLC con ese país", anotó.

Para el empresario industrial, es momento de "repensar nuestra política comercial" en bien de los trabajadores peruanos, en lugar se suscribir acuerdos que beneficiarán al empleo en otros países cuyas políticas son cuestionadas a nivel mundial, y con los que difícilmente podremos alcanzar un intercambio comercial justo y equilibrado.

Para fundamentar su posición, explicó que los trabajadores en Perú tienen un salario mínimo diario de 9,4 dólares frente al salario mínimo diario de la India de 2,47 dólares, según data del WageIndicator.org.

"¿Cómo vamos a aprovechar ese mercado cuando el costo salarial de los menos calificados en la India es la cuarta parte que en Perú?", refutó el empresario, ante lo cual sugirió a las autoridades peruanas sincerar la verdadera intención de seguir firmando acuerdos comerciales con países con los que el Perú no tendría posibilidad de competir.

"Ello sin contar que las políticas de subsidios y ayudas internas en la India vienen siendo cuestionadas ante la máxima autoridad de comercio en el mundo, como es la Organización Mundial de Comercio (OMC)", aseveró.

En ese sentido, recordó que en el 2018, en este espacio, se abrió un panel (proceso de solución de controversias) contra la India en virtud de una denuncia de los EEUU, apoyada por la UE y Canadá, países que consideran que el gobierno de la India otorga ventajas a sus productores para competir en el extranjero que no se condicen con los compromisos que los Estados adquirieron para generar un comercio libre de distorsiones, es decir, un comercio leal.

"La políticas comerciales distorsivas de la India no solo preocupan también a países como Brasil, China, Corea, Egipto, la Federación de Rusia, el Japón, Kazajstán, Sri Lanka, Tailandia, el Taipei Chino, quienes junto a Canadá y la Unión Europea se reservaron sus derechos en calidad de terceros, en esta controversia. Por ello la Sociedad Nacional Industria solicitó formalmente al gobierno peruano, participar como tercero o al menos como observador en esta controversia, y suspender la negociación con este país, hasta tener una cabal idea de cómo nos afectaría un acuerdo comercial con un país que otorga subsidios cuestionados por otros países en el mundo, habiendo obtenido como respuesta del Gobierno que ello no era necesario", afirmó.

Por el contrario, Márquez fustigó que se rebicirá a la delegación de la India para continuar una negociación con miras a suscribir un acuerdo comercial, a pesar de la desigual competencia que se generará tanto por su política salarial como por su política de subsidios e incentivos a los distintas etapas de la producción, incluyendo a la industria liviana que produce lo mismo que Perú.

“El Perú tiene en las exportaciones no tradicionales una fuente de crecimiento y desarrollo importante, y en ello nos debemos enfocar. Tenemos abiertos más de 50 mercados con acuerdos comerciales tipo TLC y otros, y no hemos logrado aprovechar ni una quinta parte de dichos mercados. Seguimos exportando principalmente productos tradicionales”, acotó Márquez.