Las protestas por Tía María culminaron en la suspensión de la licencia. (Foto: GEC)
Las protestas por Tía María culminaron en la suspensión de la licencia. (Foto: GEC)

La suspensión por 120 días la licencia de construcción del proyecto minero Tía María, se constituye en una oportunidad para que el Gobierno, la empresa Southern Perú y las comunidades donde se ubica el proyecto, tengan un diálogo directo para solucionar el conflicto, señaló la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

Este diálogo debe enmarcarse en cuatro pilares fundamentales, el respeto irrestricto al Estado de Derecho, la preservación de la estabilidad jurídica, la importancia de la inversión privada y el valor compartido del proyecto con las comunidades ubicadas en las áreas de influencia, indicó el gremio.

“No podemos ceder a la violencia venga de donde venga, ni tampoco debemos aceptar grupos ajenos al conflicto que instigan a la población y promueven el desorden y el caos social”, anotó.

La SNI consideró “indispensable” la preservación de la estabilidad jurídica para garantizar la predictibilidad que necesita el empresariado.

“Ante la incertidumbre, los agentes productivos dirigen la inversión a otros destinos o se postergan los planes de inversión, impactando negativamente en la actividad económica y en la recaudación tributaria”, advirtió.

El gremio recomendó que el desarrollo del proyecto minero contemple la instalación de agua potable y desagüe las 24 horas del día para el 100% de las viviendas de las comunidades, en el marco del sistema de Obras por Impuestos en forma adelantada.

Asimismo, asegurar la disposición permanente de agua para las actividades agropecuarias, mediante la construcción de represas y reservorios, como el de Paltuture, también bajo el sistema de Obras por Impuestos.

Además apuntó que la mayoría de trabajadores del proyecto deben ser de la zona de influencia y que se implemente un instituto técnico, al estilo de Senati, dirigido a los jóvenes de las comunidades.