(Foto: USI)
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La labor de veeduría con la Aduana Marítima del Callao permitió, en el periodo enero-setiembre 2018, el cobro para el fisco de US$ 15.4 millones en impuestos que iban a ser evadidos, afirmó Martín Reaño, gerente del Comité Textil-Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI). Durante el mismo periodo del 2017 el cobro fue de US$ 15.1 millones.

Reaño afirmó que las aduanas de nuestro país carecen de técnicos especializados en identificar si lo que declaran los importadores, con respecto a sus mercancías, se ajusta a la realidad o no; especialmente, en textiles y prendas de vestir.

El ejecutivo indicó que varios malos importadores declaran que sus productos tienen un menor valor con la intención de pagar menos aranceles, menos IGV y, por lo tanto, luego además no pagan impuesto a la renta, pues gran parte de lo que ingresan haciendo trampa lo venden en el mercado informal.

“Esta práctica desleal de comercio perjudica al Estado, que recibe menos impuestos, cuyos recursos pueden ser derivados a para ejecutar obras en beneficio de la población”, declaró.

Reveló que al menos el 40% del valor declarado en hilados y tejidos importados ingresa al Perú subvaluado; de ahí la importancia de la labor técnica de apoyo a la Aduanas que realizan los Veedores del sector público y privado. A esto hay que sumar la subvaluación en la importación de prendas de vestir en donde el problema es más grave aún.

Asimismo, sostuvo que el Comité Textil del gremio, que participa como observador en los reconocimientos físicos de las mercancías importadas, constató que la mayoría de las declaraciones aduaneras registradas entre enero y setiembre de este año presentaron información incorrecta.

“Esto contamina la base de datos de referencia de Aduanas y favorece la subvaluación, estrategia que aplican los subvaluadores para sacarle la vuelta al fisco”, apuntó.