El impuesto a la solidaridad que planean aplicar el Ejecutivo y, por su lado, el Congreso, tiene en vilo a los inversionistas.
“Del feedback con nuestros clientes, recogemos que las inversiones de largo plazo en el Perú no son tan atractivas como hace cuatro meses, al punto que en las últimas semanas un porcentaje de ellos están postergando tomar decisiones de inversión de largo plazo”, manifestó el gerente general de Fondos Sura, Rafael Buckley.
Atribuyó este comportamiento de los inversionistas a la incertidumbre por la eventual aplicación de un impuesto a los ingresos o al patrimonio.
En el Ejecutivo, ronda la propuesta de gravar con un “impuesto real solidario” a las personas con ingresos superiores a los S/ 10,000, de carácter temporal.
Por su lado, el Parlamento tiene dos proyectos para gravar los ingresos de personas y empresas a partir de cierto monto, y otro que se aplicaría al patrimonio, con una tasa de 1% a 5% anual.
En las últimas semanas, se observa que las decisiones de inversiones de largo plazo en los mercados financieros están siendo postergadas por una parte de las personas, indicó el ejecutivo de Sura, que administra fondos mutuos, de real estate y Firbis.
“Eso lo vemos día a día en las gestoras de fondos. Productos que han sido super exitosos en el pasado, por ejemplo, los Firbis o el fondo de inversión en real estate en Estados Unidos, que demandan un plazo de inversión determinado, o en fondos de renta fija flexibles, en los que hay que estar por un plazo”, añadió.
Las personas que dejan en stand by estas alternativas, optan por invertir en fondos de money market (de muy corto plazo) hasta que se aclare el panorama, dijo Buckley.
No se justifican
A su vez, el socio líder de servicios legales y tributarios de PwC Perú, Arturo Tuesta, afirmó que algunas de estas propuestas buscan fijar tasas impositivas muy por encima del estándar internacional.
“Un impuesto de 5% es sumamente alto para gravar un patrimonio. Todos estos tributos parten de un concepto de riqueza que realmente no revela riqueza. Una propiedad de millón y medio de soles no es una gran fortuna; es un patrimonio familiar creado con esfuerzo. Hay un tema crítico en la concepción de estos proyectos”, sostuvo.
Indicó que, en general, tributos al patrimonio, solidarios o a las grandes fortunas son muy complejos de administrar y no se justifican, más aún en una situación de crisis como la actual en que las empresas están poniendo de su patrimonio para pagar planillas y las personas están muy afectadas en sus ingresos.
“El capital es cobarde, huye de los países en los que hay más impuestos. Por eso la competencia entre los países se orienta a menores impuestos”, añadió.
Tuesta dijo que estas propuestas generan incertidumbre a todo nivel, en familias y empresas, porque, entre otras razones, dejan dudas sobre otras imposiciones que pueden surgir más adelante.