La trayectoria de la inflación tomaría algunos meses más en retornar el rango objetivo del Banco Central de Reserva (BCR), entre 1% y 3%, debido al shock de oferta producido por el que ha afectado el cronograma de siembras y algunas cosechas, en el caso de zonas afectadas por granizo y las heladas, informó el Scotiabank.

El BCR, en su comunicado del programa monetario de diciembre, precisó que la inflación viene siendo afectada de manera transitoria por el déficit hídrico (lo que explicaría el alza de precios de alimentos perecibles –tubérculos, hortalizas y frutas-).

Este shock también tendría un carácter local, pues sólo se produciría en el Perú y no en otras latitudes de América Latina, según el BCR, comentaron los analistas senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Mario Guerrero y María Sahuay.

De acuerdo con el Reporte de Inflación los niveles de agua de los reservorios aún se mantienen por debajo del promedio histórico. Si bien las lluvias ya retornaron, tomará tiempo para que los reservorios recuperen sus niveles, indicaron en el Reporte Semanal del banco.

[Etiqueta]

El Scotiabank destacó que este evento es ajeno al fenómeno de El Niño o Niña, pues con la información disponible a la fecha la probabilidad que alguno de estos fenómenos se presente durante el primer trimestre del 2017 es baja.

Si bien el alza de los precios de los alimentos ha elevado ligeramente las expectativas de inflación (de 2.8% a 2.91% para el 2017), éstas tienden a ser decrecientes dentro del rango meta (entre 1% y 3%) a lo largo del 2017 y del 2018.

Destacaron que la trayectoria anual de inflación a noviembre fue 3.35%, mientras que la inflación sin alimentos y energía llegó a un ritmo anual de 3%.

[Etiqueta]

El BCR parece estar resignado a una inflación mayor a 3% por algunos meses más. De acuerdo con sus proyecciones, la inflación cerraría en 3.3% en el 2016 (por encima del 2.8% previsto en setiembre) y la inflación sin alimentos y energía en 3%.

El balance de riesgos para el 2017 considera presiones al alza por choques de oferta internos (retraso de lluvias) y menor crecimiento mundial, y presiones a la baja por choques de demanda (ajuste fiscal) y menor volatilidad de mercados financieros internacionales.

En este contexto, el BCR ha elevado también su proyección de inflación para el 2017 de 2% a 2.3%.

Por ser de naturaleza temporal, éste mayor episodio inflacionario no ameritaría respuesta de la política monetaria, agregaron.

Por ello, el directorio del BCR mantuvo su tasa de interés de referencia en 4.25%, por décimo mes consecutivo, en línea con lo esperado por el mercado.

Respecto del crecimiento económico, el BCR considera que la demanda interna estaría siendo afectada durante el cuarto trimestre del 2016 por un choque de demanda, explicada por el ajuste fiscal necesario para converger el déficit fiscal a un nivel equivalente de 3% del Producto Bruto Interno (PBI) para el cierre del presente año (3.1% a noviembre).

Por ello, este evento también sería de naturaleza temporal, y tampoco tendría una respuesta de parte de la política monetaria, indicaron los analistas.

De acuerdo con el BCR la posición de la política monetaria es expansiva, al ubicarse la tasa de interés de referencia real por debajo de 2% (1.3% a diciembre).

El BCR no estaría evaluando medidas adicionales para estimular la economía del lado monetario.

Respecto del tipo de cambio, el BCR señaló que mantiene una tendencia estable desde marzo del 2016, lo que se explica, entre otras razones, porque el mercado ya se había adelantado a la decisión de la Fed; por la recuperación de los precios de metales y, por la reducción de las expectativas cambiarias.

Esto último se relaciona al descenso significativo de los saldos forwards nondelivery, y por lo tanto, explica el menor nivel de intervención cambiaria del BCR vía swaps cambiarios.