Abastecimiento de limón se normalizó en la capital.
Abastecimiento de limón se normalizó en la capital.

La inflación en Lima Metropolitana podría ubicarse a fines del 2018 en 2%, de mantenerse la corrección en el precio del limón que se viene observando en los primeros días de diciembre (-17% en promedio) y de ajustarse los precios de los combustibles según sugieren los precios de referencia, afirmó el banco .


El ritmo de inflación alcanzado y las favorables expectativas de crecimiento otorgan espacio para ir reduciendo progresivamente el estímulo monetario implementado en el pasado, en función de la evolución del entorno internacional, explicó el analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Mario Guerrero.


Recordó que la inflación en noviembre alcanzó a 0.12%, en línea con la proyección del Scotiabank y ligeramente por debajo de la proyección del BCR (entre 0.15% y 0.16%). Dos factores incidieron en forma puntual en la inflación de noviembre.


El primero fue el precio del limón, que registró un alza de alrededor de 44% en promedio, debido a un factor estacional de los cultivos en el norte del país. El impacto de esta alza es de 0.10 puntos porcentuales en la inflación.


El segundo es el precio de los combustibles. El precio internacional registró un acentuado descenso (-52%) entre el 3 de octubre y el 28 de noviembre, pasando de US$ 76 a US$ 50 por barril. Esta caída se reflejó en un descenso de hasta 12% en el precio promedio de referencia según datos de Osinergmin.

Precios de los combustibles.
Precios de los combustibles.


Los precios de las refinerías registraron ajustes parciales de sólo 4% en promedio, como advierte el Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios (Opecu). No obstante, no toda esta caída ha sido trasladada al consumidor.


Según el INEI el precio al consumidor descendió sólo -0.4% en promedio (combustibles y lubricantes). La diferencia representa un impacto en la inflación de 0.05 puntos porcentuales respecto del precio de refinerías y de 0.16 puntos porcentuales respecto del precio de referencia.


Por tanto, aislando el efecto del precio del limón y si los precios de los combustibles locales hubieran descendido en proporción a lo sugerido por los precios de las refinerías, la inflación de noviembre habría sido negativa en -0.03%, superior a la registrada en noviembre de 2017 (-0.20%), acumulando un ritmo anual de 2%, indicó en el Reporte Semanal del banco.


Comentó que la inflación de diciembre es estacionalmente alta (entre 0.2% y 0.4%) debido al mayor gasto relacionado a pago de gratificaciones y Fiestas de Navidad y de Fin de Año (transporte interprovincial).


No obstante, indicó que este año podría tener un sesgo hacia la baja considerando que el precio del limón se estabilice y/o corrija durante las primeras semanas de diciembre como proyecta el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), y/o que los precios de los combustibles locales registren un ajuste rezagado hacia la baja.


“Considerando ajustes parciales la inflación se ubicaría entre 2.1% y 2.2% a fin de año. Ajustes más significativos nos llevarían a 2%”, manifestó en el Reporte Semanal del banco.


En todos los casos, la inflación se ubicaría en el 2018 dentro del rango objetivo del BCR por segundo año consecutivo. No se registraba una inflación tan cercana al punto medio del rango meta desde hace ocho años.


América Latina
A nivel de América Latina, el Perú se ubicaría entre los países con la inflación más baja de la región (como se observa en el gráfico superior), sólo superado Ecuador, manteniendo expectativas inflacionarias para el 2019 estables.

Inflación en América Latina.
Inflación en América Latina.


Próximo año
“Para el 2019 nuestra proyección apunta a que la inflación subiría a 2.5%, manteniéndose dentro del rango objetivo del BCR (entre 1% y 3% por tercer año consecutivo)”, señaló Guerrero.

Los supuestos macro incluyen un crecimiento económico y de la demanda interna de 4%, sin shocks externos significativos, con la presencia de un Fenómeno de El Niño con intensidad débil, corrección moderada hacia el alza del precio del petróleo y, en menor medida, efectos rezagados de la depreciación del sol.