La pesca artesanal, un sector que genera ingresos para más de 40,000 personas en las costas del país, también busca reactivarse en medio de la recesión que afronta el país por el COVID-19. Según explica José Luis Bernuy, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Pesqueras Artesanales del Perú (Anepap), durante las dos primeras semanas de la emergencia desapareció la demanda de pescado fresco en las costas del país.
Por lo tanto, durante la emergencia los pescadores artesanales se inhibieron de salir a altamar o, de lo contrario, salían para capturar recursos para el consumo propio o venta local. Evidentemente, la paralización significó un duro golpe para la economía de los pescadores. Según explica Bernuy, solo unos 5,000 pescadores pudieron acceder a bonos y la gran mayoría no tuvo acceso a las canastas otorgadas por el Estado. En ese sentido, el representante del gremio de pescadores considera más urgente que nunca la reactivación para este sector.
“Incluso el Gobierno implementó un crédito de emergencia que fue bastante engorroso para los pescadores. Se supone que el Gobierno quiere que los pescadores salgan a pescar pero no dan las facilidades como debieran darse”, señala el presidente de Anepap.
Ahora, tras 100 días de confinamiento, Bernuy señala que cada vez son más los pescadores que ya están saliendo en busca de recursos marinos. Sin embargo, la pesca ahora estaría enfocada en pota y en concha de abanico, pues la demanda de pescado fresco sigue deprimida en todo el país.
“Ayer ha salido la flota lambayecana con más de 400 embarcaciones, pero por la temporada de concha de abanico, pues las plantas que exportan este producto van a demandarlo. En el caso de la pota, hace dos semanas está empezando a levantar la pota y hay fábricas que ya están empezando a comprar. Sin embargo, el producto que se viene capturando es de baja calidad y está obligando a los pescadores a buscar pota en el sur. Ahí se está originando un problema porque en los puestos sureños no quieren permitir que desembarquen los lambayecanos para evitar el contagio del COVID-19. Se están adoptando posiciones regionalistas”, explica Bernuy.
La demanda de los restaurantes, una sensible baja para los pescadores
Lima demanda cerca de 75% de la captura anual de los pescadores artesanales y parte de esa gran demanda son sus restaurantes y cevicherías, que ostentan un 35% del pescado fresco que vende este sector. Con el confinamiento y el cierre de restaurantes, la pesca artesanal, el primer eslabón de esta cadena, también se ha visto seriamente afectado.
En ese sentido, el presidente de Anepap señala que hay expectativas para los pescadores artesanales si es que los restaurantes empiezan a abrir sus puertas este 1 de julio. Según manifestó, la activación del delivery no ha significado un incremento de demanda de pescado fresco para ellos.
“Estamos a la expectativa de que se reactiven los restaurantes y también los terminales pesqueros. En el caso de los restaurantes, ellos demandan especies como el mero, cabrilla, chita. Sin embargo, aún no hay movimiento. Como esta reapertura será gradual, sabemos que no va haber mucha demanda en un inicio. En el caso de los terminales pesqueros mayoristas, estamos recibiendo información de que incluso operan a menos del 70%”, sostiene Bernuy.
Ante tal panorama, Bernuy señala de que el sector de la pesca artesanal es consciente de que las condiciones han cambiado, con lo cual es necesario replantear el sistema de distribución del pescado. Por ello, señaló que su gremio presentará una propuesta formal a las autoridades del Ministerio de Producción con el objetivo de que se les permita acceder a créditos para financiar la adquisición de camiones de 2 o 3 toneladas que les permita a los propios pescadores distribuir el producto hidrobiológico en los restaurantes y terminales pesqueros.
Para Bernuy, este nuevo modelo permitiría evitar aglomeraciones en terminales pesqueros y de igual forma garantizar demanda a través del reparto directo de insumos a los restaurantes.
“Si nosotros podemos hacer los envíos a restaurantes en camionetas de dos toneladas, otra sería la situación. También necesitamos créditos para capital de trabajo, ya que nadie resiste 100 días de paralización. La nueva realidad nos está obligando a que las organizaciones de pescadores tengan vehículos, y el Gobierno, a través de Fondepes, gestione camiones para ponerlo a disposición de pescadores y armadores”, sostuvo el presidente de Anepap.
Finalmente, señaló que la expectativa para los pescadores artesanales también está en la reactivación del sector construcción, pues permitiría la finalización de un tercer terminal pesquero en Puente Piedra que permitiría canalizar la captura en Lima y así, evitar aglomeraciones en los dos terminales pesqueros ya existentes.
“Tenemos que ir a otro modelo distinto al de los terminales pesqueros de Ventanilla y Villa María. El nuevo modelo que estamos optando busca que los pescadores comiencen a adoptar formas de organización distintas. Tenemos que tratar de adecuarnos a una realidad”, indicó el representante gremial.