¿quedó este lunes entre la espada y la pared o en posición de fuerza tras el acuerdo comercial entre Estados Unidos y México? El dilema sobre el futuro de Canadá en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) divide a analistas y observadores.


Luego de anunciarse ese acuerdo, la ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland, interrumpió una gira europea y dijo que el martes estará en Washington "para proseguir las negociaciones" sobre el tratado norteamericano de libre comercio TLCAN.


Por su parte los líderes de ambos gobiernos, Justin Trudeau y Donald Trump, mantuvieron una "conversación constructiva" sobre el TLCAN y "esperan con interés que esta semana sus equipos prosigan las negociaciones", dijo el gobierno canadiense.


El acuerdo entre Estados Unidos y México anunciado tras cinco semanas de tratativas no es un buen augurio para Canadá, dijo Avery Shenfeld, economista del banco CIBC.


"Canadá quedará ante una propuesta que deberá tomar o dejar y, además, bajo la nada sutil amenaza de Estados Unidos de dejar de lado a Canadá y trabajar bilateralmente con México", consideró Shenfeld en un análisis.


"Estados Unidos amenaza con adoptar una línea dura en las negociaciones", añadió, pese a lo cual dijo creer que se llegará a un acuerdo trilateral.


"México usurpó nuestro papel de socio comercial clave de Estados Unidos", dijo de su lado la oposición conservadora en Ottawa.


"Trump quiere lograr una rápida victoria" antes de las elecciones legislativas de noviembre y cree que lo pactado con México "presionará a Canadá a cerrar un acuerdo" dijo Patrick Leblond, experto en comercio internacional de la universidad de Ottawa.


"Escenario catastrófico"
"La gran cuestión es saber qué quieren los estadounidenses de Canadá para concluir un acuerdo", dijo Leblond.


"No creo que Canadá haya sido tomado por sorpresa", dijo de su lado, Louis Bélanger, de la Universidad Laval de Québec.


"Lo que pasó no es que los estadounidenses o los mexicanos hayan decidido entre ellos ir más rápido. Simplemente en los últimos meses los estadounidense fueron a la mesa de negociaciones con demandas que apuntaban directamente a México; especialmente en lo que concierne a propuestas para el sector del automóvil", comentó Bélanger.


Los negociadores mexicanos están ansiosos y quieren cerrar el acuerdo antes de fin de mes, o sea en esta semana, por cuanto esperan que el Congreso lo ratifique antes de que asuma el 1 de diciembre el presidente electo Andrés López Obrador.


"No veo cómo eso puede ser posible", estimó sin embargo Bélanger, "a menos que la administración estadounidense decida que precisa mostrar una victoria" antes de las legislativas y finalmente "ceda (en los puntos de discordia) aunque parezca que no lo hace".


Para Canadá, la estrategia debería ser la de "aprovechar la situación y el tiempo que empieza a agotarse, para arrancar más concesiones o esperar a que los estadounidenses abandonen algunas de sus demandas", conjeturó.


Un escenario "catastrófico" para Canadá sería que Trump "ponga fin al TLCAN y firme un acuerdo parcial con México. Pero eso no tendría lógica porque las demandas canadienses y mexicanas son las mismas, salvo las vinculadas a los autos", comentó.