Durante los últimos cinco años, la firma Cafetalera Amazónica (Camsa) ha logrado incrementar la exportación de a los exigentes mercados de Europa y Norteamérica, de 2,000 a 8,500 toneladas métricas en el 2016.

Dicho volumen se suma a 10,500 toneladas métricas de arábico exportadas y en conjunto tienen un valor total de US$ 60 millones.

Este logro ha sido posible debido a un modelo que busca la conexión directa del productor con la industria, facilitándole el acceso a tecnología para que tenga buenas prácticas agrícolas, un mercado seguro con premios diferenciados y una sociedad de largo plazo con el cliente final.

Camsa trabaja con cooperativas formadas por comités de agricultores ex cocaleros que apuestan por el cacao y el café como cultivos bandera y que están en búsqueda de mercados seguros y precios competitivos para su producto.

Mediante un paquete que incluye financiamiento de capital de trabajo; monitoreo de compras y cadena de suministros; asistencia técnica; estrategias de acopio para reducir costos; comercialización diferenciada y buenos precios; Camsa ha conseguido establecer relaciones con 15 organizaciones de productores de café y cacao que agrupan a más de 8,000 productores en el Perú.

Camsa es muy exigente con la calidad del cacao que comercializa, realizando análisis exhaustivos y pagando precios diferenciados según sea cacao convencional u orgánico.

Las organizaciones que están certificadas con comercio justo y orgánico, reciben un precio mínimo de garantía de US$ 2,500 por tonelada métrica, lo que les permite pagar a sus socios hasta S/ 7 por kilogramo de grano de cacao seco, lo que es entre S/ 0.80 y S/ 1.40 más de lo que pagan otras empresas de la zona.

Con este modelo, Camsa pretende motivar una sana competencia, buscando nuevas formas sostenibles que impulsen el bienestar del productor y lo empoderen en el largo plazo.