El ministro de la Producción, , advirtió hoy que la política de fronteras del Perú vive encerrada en lo establecido en 1920 y por eso está cerrada a la llegada de inversión privada, lo cual debe resolverse.

"Vale decir que con la legislación que tenemos, con pequeños cambios que no afectan lo principal, estamos cerrados en el año 20 respecto a inversiones", anotó.

En declaraciones a RPP Noticias, indicó que esa es la principal conclusión que tuvo el proceso de consulta del proyecto de decreto supremo que permitía a los extranjeros comprar terrenos en las zonas de frontera de Tacna.

"Parece que no ha llegado el mensaje claro, lo que hicimos fue una consulta para saber la impresión de los peruanos en general sobre el problema de la inversión en Tacna, y ha sido muy interesante el resultado. Obviamente hay opiniones diversas, hay opiniones muy interesantes y hay hechos que se han hecho conocidos", comentó.

Añadió que la legislación de inversión en fronteras que fue establecida en la Constitución de 1920, vale decir nueve años antes del Tratado de Lima en el cual se firmó ya la paz definitiva con Chile.

"Esta consulta ya ha cumplido su fin y se detuvo el efecto del decreto supremo, acá lo que queríamos conocer es cuál es el sentir no solo de los tacneños, que obviamente tienen una opinión importantísima porque ellos está en medio, pero también los peruanos que tengan una visión del tema", dijo.

En ese sentido, consideró necesario que el tema se aborde en torno a una política de fronteras, que está establecido en el artículo 71 de la Constitución pero que en la actualidad "afecta el desarrollo y el futuro de Tacna, así como a Tumbes, Puno, Piura, Amazonas y otras regiones fronterizas".

"Son zonas a las que hemos cerrado la puerta a cualquier tipo de inversión", enfatizó.

Mencionó que esta situación amerita que se convoque a expertos en la materia para revisar el tema porque no es posible que empresas como Marriott, Westin, Hyatt, cadenas francesas, cadenas mexicanas o nadie pueda invertir en Tacna.

"La solución entendible corre por dos caminos: el primero es que el Congreso debe tener la sensibilidad del atraso de Tumbes, del abandono de la frontera de Piura, del abandono de Tacna y Puno. Hay una cantidad de pueblos que son arrasados por esta legislación, que tuvo un propósito en la historia del Perú y que tiene que enfrentarse de una manera seria y permanente", mencionó.

El segundo camino, continuó Olaechea, es apelar a una Ley de Desarrollo Constitucional, la cual luego de ser declarada de interés por parte del Congreso permite al Poder Ejecutivo generar el marco de inversión necesario.