Redacción Gestión

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Juan Mendoza: ¿Qué sería más importante, bajar impuestos o comenzar a destrabar estos proyectos que sí te pueden hacer que en un par de años el crecimiento y la inversión no sigan reduciéndose?

Cuando tú eres un microempresario y te enfrentas a este y tienes que pagar 18% sobre tus ventas no hay una sola empresa en el mundo que pueda resistir un impuesto a las ventas de ese tamaño. No es casual que más o menos de las cinco empresas o microempresas que nacen, prácticamente una o dos tienen éxito, el resto muere porque las matamos.

Carlos Paredes: Cuando uno piensa en la maraña tributaria, que es una realidad espantosa que les afecta a las empresas, no creo que esa maraña cambie mucho si el IGV es 18% o 16% o 15%. El tema de la maraña, del costo de ser formal, y no hablo del costo tributario sino del costo de cumplir, el costo administrativo es más o menos el mismo con 18% o 15%.

En realidad, planteamos la reducción del IGV como estímulo de la demanda y como efecto de oferta. Yo sí creo que si movemos tres variables podemos hacer una transformación: una es reducir la evasión, dos, formalidad y, tres, crecimiento. Esas son las variables que determinan tu recaudación.

Si realmente logramos esas tres nos faltaría una cuarta, que es la administración tributaria. Nosotros sí pensamos que una administración tributaria con una dirección clara, con un plan de trabajo claro, podría simplificar el pago de impuestos.

CP: Si hablas de reducir el IGV tendrías que decir qué van a hacer con el Impuesto a la Renta. Sería bueno aclarar si van a regresar al 30% o si consideran que como se ha subido la distribución de utilidades no es tan importante.

El no lo vamos a cambiar, pero en nuestro esquema no habría impuesto a los dividendos sino que el contribuyente pagaría toda su renta en la fuente. Es decir, no habría una diferencia en si tú recibes ingresos de dividendo, ingresos laborales, ingresos de capital, sino que todo lo pagas en la fuente y lo pagas a una sola tasa que sería el 26%.

Mantendríamos ese impuesto, pero haríamos que todas las fuentes de ingreso se paguen exactamente a la misma tasa. Y también hemos planteado revisar el número de impuestos a simplemente tres niveles impositivos: el máximo de 26%, un medio en 15% y uno de cero.

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