Redacción Gestión

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Respecto al primer semestre del 2011, en el primer semestre del presente año se registró un de 4.1% del producto bruto y el gasto en obras aumentó 15.9%. En Junio 2012 el gasto en obras cayó 24% respecto a Junio 2011. Sobra mucho dinero, pero se está invirtiendo menos en obras.

No funciona el piloto automático entendido como que pase lo que pase, a pesar de los conflictos sociales, . Imposible que funcione cuando, por ejemplo, en infraestructura se nota parálisis en las decisiones de los sectores productivos y en los concursos a cargo de ProInversión.

El manejo macroeconómico, donde el BCR actúa con mucho acierto pese a que le faltan directores, es la parte del modelo que funciona bastante bien. Pero no basta. Moody's, calificadora de riesgo, lo señaló la semana pasada.

Lo que pasa es que los y capturan la atención del Ejecutivo. Eso le quita tiempo para encarar temas del día, algunos antiguos. El caldeado clima político pone nerviosos a los responsables de resolver las trabas en autorizaciones, permisos, certificaciones, renovaciones de contratos, todas atrasadas por interminables tramites, así como les impide corregir normas dañinas a los operadores de telecom que en última instancia afectan a los usuarios.

Por otra parte, una reforma de la Constitución para establecer el derecho al agua, implica no solo el agua en las cabeceras de cuenca, sino principalmente el agua potable en las casas de todos los peruanos.

Esto último resulta inalcanzable si la estrategia se basa en fortalecer a Sedapal o las empresas municipales en vez de promover asociaciones público privadas (APP) o iniciativas privadas cofinanciadas en agua y saneamiento. Se necesitan 8,000 millones de dólares de inversión para cerrar la brecha de agua potable y saneamiento, y Sedapal invierte este año 85 millones de dólares. ¡A este paso tomaría casi un siglo cerrar esta brecha!

Lo que el Perú necesita es agua y saneamiento, no un bonito artículo nuevo en la Constitución, que agudizará los a futuro.

Si a la consulta previa, le añadimos la anunciada ley de ordenamiento territorial, y el derecho constitucional al agua, se está generando una montaña de obstáculos para sacar adelante grandes proyectos con participación privada. ¿Es esto parte de un plan para decirle adiós a la gran inversión privada?

La inacción administrativa no se compensa dictando leyes nuevas para hacer básicamente lo mismo que se hacía con las leyes anteriores, o complicando los procesos como lo hacen algunos artículos del nuevo reglamento de la ley de obras por impuestos. En este contexto, una nueva ley de APP resulta innecesaria, pues bastaría modificar algunos artículos de la actual Ley para agilizar las APP. Sobre todo basta tomar decisiones pendientes desde que empezó este gobierno. ¿Cuántos años más se perderían en asumir los cambios y trabas introducidas en una nueva legislación?

Resultaría igualmente contraproducente una nueva ley de telecomunicaciones. La industria cambia tan rápido que una nueva ley sólo serviría para causar más confusión y complicaciones.

Con nuevas leyes, las trabas y demoras se potenciarían y eso cuesta. El costo de construcción sube en promedio 5% cada año que pasa. Y los ciudadanos gastan más de la cuenta cada día por la de servicios públicos. Por ejemplo, no tener una red de transporte masivo subterráneo en Lima y Callao cuesta a los ciudadanos 4,000 millones de dólares por año.

En conclusión, es posible que este año el crecimiento alcance , pero el impacto de la parálisis administrativa, si no se corrige, se sentirá en el 2013, y recuperar el tiempo perdido tomaría varios años.