Los precios del petróleo subieron más de un 4% el viernes pasado después de la muerte de un general iraní en Irak por un ataque estadounidense ante el temor a un conflicto en Oriente Medio.
Un bombardeo de Estados Unidos mató al general iraní Qasem Soleimani y a un dirigente proiraní en el aeropuerto internacional de Bagdad.
A media mañana del viernes, el barril de Brent subía un 4.5%, hasta 69.23 dólares, y el de WTI aumentaba 4.1%, hasta 63.71 dólares, ante el temor de los inversores de un conflicto en la región y de que los efectos de este incremento del commoditie influya en los precios de otros hidrocarburos como la gasolina, en el caso del mercado peruano.
Al respecto, Gustavo Navarro, ex director general de Hidrocarburos, señaló a Gestión Espresso que la estacionalidad de la demanda por gasolina a raíz de la temporada de invierno de los países del Hemisferio Norte (México, Canadá, Estados Unidos, Europa Occidental, entre otros países del continente asiático) incidirá en que estos “hipos” en el precio de petróleo no se traduzcan en incrementos en el valor de la gasolina en plazas como el Perú.
“Si bien el mercado global ha reaccionado en forma brusca ante el bombardeo de Estados Unidos en Irak, los efectos en los precios de otros hidrocarburos como la gasolina no serán significativos por un tema de estacionalidad”, indicó Navarro.
Añadió que el duro invierno en esa parte del mundo, en el que se registra la mayor demanda por gasolina en verano, influye en que los precios de productos como la gasolina tiendan a disminuir. “Podría darse un leve incremento en el precio del diesel, pero dudo mucho que afecte el precio de la gasolina”, proyectó el exfuncionario del MEM.
Por su parte, el oro al contado subió un 1.3% a US$ 1,548.94 por onza. Más temprano en la sesión, el metal alcanzó los US$ 1,553.20, su nivel más alto desde el pasado 5 de septiembre. Los futuros del oro en Estados Unidos avanzaron un 1.5% a US$ 1.552,40 la onza.
El oro, al igual que otros activos seguros, se beneficia en tiempos de incertidumbre política. El metal cerró además su mejor semana desde principios de agosto, al ganar más de un 2.5%.
El metal también fue apoyado por la depreciación del dólar, que cayó a un mínimo de nueve semanas contra el yen por las tensiones en Oriente Medio.