Redacción Gestión

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Lima (Andina).- Perú se ubica en quinto lugar entre los países latinoamericanos en el Indice de equilibrio entre trabajo y vida personal (Work – Life Balance) con 137 puntos, comparado con Colombia que se posiciona de número uno con 152 puntos, según el último estudio realizado por .

Desde el contexto global, nos posicionamos como uno de los países con mejor equilibrio entre la y la vida personal superando a Estados Unidos (117) por 20 puntos y al promedio mundial (120) por 17 puntos, precisó este proveedor mundial de lugares de trabajo flexibles.

Indicó que los resultados de Perú posiblemente ponen en evidencia que los empresarios se están enfrentando a una creciente presión de trabajo, ya que el país ha mantenido un crecimiento promedio de 6.4% entre los años 2002 y 2012.

A pesar de esto, el 84% de los profesionales en Perú disfruta más su trabajo que en el 2012 y el 89% de los empresarios siente que su productividad aumentó desde el año pasado.

Este estudio publicado por segundo año consecutivo por Regus, está basado en las opiniones de 26,000 profesionales en más de 90 países, pero es la primera vez que Perú aparece en el índice de equilibrio entre la vida laboral y vida personal de Regus.

Según el Indice de equilibrio entre trabajo y vida personal, Colombia está en primer lugar en Latinoamérica con 152 puntos, seguido de México (149), Centroamérica (144), Chile (142), Perú (137), Brasil (137), Argentina (126) y Ecuador (125).

Entre los profesionales encuestados para el estudio de Regus se destaca el hecho de que el bienestar en el trabajo incrementa cuando se dirige un negocio propio, y aún más si se es parte de las generaciones más jóvenes.

El estudio sugiere que este resultado positivo de incremento de bienestar en el trabajo es aún mayor para aquellas personas que dirigen su propio negocio: el 68% de los empresarios disfrutan más del trabajo que el año anterior.

Esto se debe a que los dueños de negocios tienen más control sobre el manejo de su tiempo, estos deciden cuánto tiempo dedicar al trabajo y cuánto a sus vidas personales.

También influye la idea de que aquellas personas que dirigen sus propios negocios deciden cuándo y cómo trabajar, es decir, que disfrutan de un trabajo mucho más flexible que los empleados.