(Foto: Carolina Urra / Archivo GEC)
(Foto: Carolina Urra / Archivo GEC)

El economista Jorge González Izquierdo explicó -en RPP Noticias- que el país cuenta con un ‘colchoncito’ para hacer frente a la segunda ola del COVID-19.

Se ha gastado una muy buena parte de los ahorros que tenía antes de marzo todo el Estado peruano, pero -de acuerdo a cifras del BCR- a fines de diciembre del 2020, el saldo de los depósitos públicos estaba alrededor de 13% del PBI, lo que implica que todavía se tiene un colchoncito con recursos generados en el pasado para enfrentar esta emergencia”.

En esa línea, aseveró que el país también tiene la posibilidad de seguir endeudándose en el extranjero. “Importa el costo de endeudarse para tomar una decisión. Si el Perú -ahora- intenta endeudarse con bonos a 10 años, sabes cuánto es el costo real de endeudarse, es cero por ciento al año. Ello se debe al buen comportamiento macroeconómico de los últimos 20 años”.

Dijo que lo que importa -en este casos- es si la tasa de crecimiento del país es mayor al costo de la deuda. “En este caso se cumple, con lo que no habría problemas para acceder a esa deuda. Si el gobierno saca bonos a 15 años, el costo real de ese endeudamiento sería de cero por ciento de interés”.

También calificó el accionar del Congreso como un permanente shock negativo que golpea a la economía.

“Es como si alguien viniera con un gorrete a la cabeza. Si lo miras desde el punto de vista del país, sabes a qué equivale el retiro de aportes de la ONP, a 2% del PBI, que equivale a la deuda pública, que es todo lo que debe el Estado peruano”.

“Poner topes a la tasa de interés haría mucho daño -con el tiempo- al sistema financiero”, alegó.

Anotó que si el Congreso sigue generando iniciativas populistas, va impactar las expectativas de los inversionistas nacionales y extranjeros.

En los próximos cinco años lo que debe enfocarse el nuevo gobierno es en solucionar la coyuntura para regresar a la situación pre pandemia en producción, ingresos y empleos; pero además -en forma paralela- tiene que preocuparse en solucionar la pobreza monetaria que está por encima del 2019; también en la informalidad empresarial y laboral; así como en la desigualdad de oportunidades que se ha deteriorado a lo largo del 2020 y la violencia en la sociedad peruana de la mano de la criminalidad”.