Los planes de apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el organismo de Naciones Unidas para promover la productividad agraria, ayudaron a reducir la pobreza rural en Perú hasta 22%, según un informe presentado por la organización.

En su análisis de su trabajo en el país entre 2002 y 2014, realizado por la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) de la organización, el FIDA reconoció "impactos significativos" en la reducción de la pobreza, especialmente importantes en la Sierra Norte de Perú, donde se redujo 22% y en la Sierra Sur, donde cayó 12%.

Sin embargo, el documento, que fue presentado por Oscar García, director de la OEI; el director del FIDA para América Latina y el Caribe, Joaquín Lozano, y el vicepresidente de la organización, Paul Winters, también señaló que, de cara al futuro, los programas deberán buscar atender más a los sectores más pobres y a zonas más aisladas, que de momento no se han visto tan beneficiados por estas iniciativas.

"Evidentemente, los programas del FIDA han alcanzado a los sectores de población rural pobre y los datos demuestran una reducción significativa de la pobreza, pero vemos que entre los beneficiarios, los que menos tenían tuvieron menos impacto en su reducción", apuntó García en una rueda de prensa posterior a la presentación.

En ese sentido, el funcionario apuntó que los planes de futuro del FIDA en el país buscarán atacar "las barreras de entrada" que estas poblaciones sufren para acceder a las ayudas y que han dejado particularmente afectados a grupos como las mujeres o los jóvenes, "los sectores de población más vulnerables".

Del mismo modo, el FIDA identificó la territorialidad como problema a resolver, con la necesidad de llegar a las zonas más aisladas y buscando promover el acceso a los mercados locales y regionales de los productores.

Proyectos. 

El FIDA mantiene en Perú proyectos por unos US$ 60 millones, de los cuales US$ 48 millones son préstamos y US$ 11.8 millones donaciones.

"Las personas van de la mano con los territorios. Hablamos de las personas más vulnerables, menos favorecidas y también de los territorios que tienen condiciones adversas como de acceso a tierra, agua, tecnología, transporte...Hay que tener en cuenta que el FIDA tiene que atacar eso", afirmó Lozano.

La OEI del FIDA analizó seis proyectos desarrollados en las regiones de Sierra Sur, Sierra Norte, Selva Alta y el área de influencia de los ríos Apurímac y Mantaro del Perú, en donde se invirtieron US$ 217 millones entre 2002 y 2016.

El número de personas beneficiarias llegó a más de 230,700, según datos del informe.

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