Redacción Gestión

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El Perú invierte solo el 0.15% del en ciencia, tecnología e innovación, mientras que Chile destina el 0.5%, señaló la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).

Ello a pesar de que Perú tiene un PBI per cápita de US$ 6,573 y un crecimiento económico anual del 5%, previsto para el 2013.

Esto es un pésimo desempeño del Perú dijo el gremio, si consideramos que este ratio se encuentra directamente relacionado con la competitividad, la generación de empleos y el crecimiento económico de mediano y largo plazo.

En 2013, el presupuesto del Gobierno peruano para investigación e innovación empresarial, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) y los diferentes fondos, alcanzó los 676 millones de soles (US$ 241 millones).

Para el mismo año, el presupuesto público del Sistema Nacional de Innovación Chileno superó los US$ 1,037 millones, es decir, por cada dólar que el Gobierno peruano invierte directamente en I+D, el chileno invierte 4.3 dólares.

Asimismo, el déficit de investigadores también es un serio problema. Según datos del MEF, el Perú solo cuenta con 0.24 investigadores a tiempo completo por cada 1,000 participantes en la PEA, en comparación con Chile donde el ratio es de 2 por cada 1,000.

Este contexto explica en buena parte por qué el último ranking de competitividad global elaborado por el Banco Mundial (2013-2014) nos considera un país con pobre capacidad de innovación, al ubicarnos en el puesto 122, de 148 países, evaluados en este ítem.

Aun habiendo crecido en los últimos años, el Perú está casi al final de la fila en capacidad de innovación, y si eso no se revierte, el crecimiento no podrá continuar en los próximos años.

En el Perú tenemos una muy limitada inversión en investigación y desarrollo, y un débil sistema de investigación científica, además de leyes que restringen o imposibilitan la investigación en muchos campos, lo que podría impedirnos dejar de ser una economía fuertemente basada en la venta de commodities.

Chile, por su parte, se encuentra ya en proceso de convertirse en la segunda economía latinoamericana impulsada por la innovación (la primera fue Puerto Rico), con lo que se sumaría a las filas de Suiza, Singapur, Finlandia, Alemania, EE.UU., entre otros; al colocarse en el puesto 43 en temas de innovación en este ranking de competitividad.

El rol del sector privadoChile, a pesar de tampoco tener un alto ratio de inversión en I+D sobre el PBI (0.5% según la última información al 2012), hace cada vez mayores esfuerzos por revertir esta situación.

No solo se concentra en incrementar la inversión en I+D del Estado, sino también en promover la participación del sector privado en este proceso.

En el Perú funciona un sistema parecido. En julio de 2012 se promulgó un decreto legislativo que permite a las empresas deducir de su declaración anual de impuestos el 10% de sus ingresos netos, hasta un máximo equivalente a 300 UIT (S/. 1,140,000; aproximadamente US$ 407,000), para dedicarlos a gastos de I+D.