Hay dos tipos de emprendedores en el Perú: los que emprenden por necesidad y los que lo hacen por oportunidad. Se desempeñan en negocios tradicionales, como bodegas, peluquerías y restaurantes, y en aquellos que están muy asociados con la tecnología.
Los emprendedores se caracterizan por su tenacidad, perseverancia, flexibilidad y capacidad para adaptarse a las circunstancias. Además, son capaces de asumir riesgos, son creativos, optimistas y apasionados por lo que hacen.
“Ante el nuevo contexto, los emprendedores han desarrollado o fortalecido su capacidad de resiliencia y visión positiva de su futuro, el autoaprendizaje y adaptabilidad, su olfato y capacidad de ver nuevas oportunidades, y la adopción de la tecnología y uso de las redes sociales”, revela Mitchell Lázaro, gerente principal de Productos y Estrategia - Banca Emprendedora, de Banco Pichincha.
El ejecutivo señala que hay un 30% de clientes de Banca Emprendedora de Banco Pichincha que está en el camino de reinventarse. “Los emprendedores quieren darle vuelta a este revés que significa haber tenido paralizado su negocio o tenerlo funcionando a una mínima capacidad, algunos atendiendo a puerta cerrada, por delivery o por WhatsApp. Están buscando transformar sus resultados inesperados en aprendizajes positivos. El fracaso no lo detiene”, opina Lázaro.
Agrega que ahora es mucho más fácil que los emprendedores acepten pagos con tarjetas y vía billeteras electrónicas. Por ejemplo, Lázaro cuenta que el año pasado Banco Pichincha lanzó una campaña para regalar Pokets (Niubiz), pero la aceptación fue muy baja.
En cambio, asegura que actualmente el microempresario está adoptando con mayor facilidad y premura las nuevas tecnologías disponibles en el mercado. “Ya entiende la urgencia de que su negocio tiene que pasar por la digitalización”, dice. Pichincha está regalando ahora 500 Pokets, lo que ayuda al microempresario a potenciar sus ventas y al banco a conocer la transaccionalidad del trabajador.
Lázaro agrega que también hay un grupo de emprendedores que ha visto la oportunidad para reinventar su negocio de manera escalable. “Estos emprendedores estudiaron el mercado e identificaron una necesidad no resuelta durante la pandemia. Están buscando y logrando un diferencial que la gente recordará de la experiencia con su marca, producto o servicio”.
Un rasgo importante de quienes crearon un nuevo negocio durante la cuarentena fue que echaron mano de sus ahorros y fortalecieron su apuesta cuando vieron que funcionaban.
El impacto negativo de la cuarentena ha generado que un 2% de los clientes emprendedores de Banco Pichincha haya optado por abandonar su emprendimiento para buscar trabajo fijo. Sin embargo, debido a la alta tasa de desempleo por la paralización económica, se espera que paulatinamente aumente el autoempleo, dice Lázaro.
“El gran reto es apoyar su formalización, capacidad de gestión y cultura financiera para que esos emprendimientos continúen en el tiempo”, opina el ejecutivo.