Redacción Gestión

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Fráncfort (Reuters).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, develó hoy un audaz paquete de medidas de alivio, recortando tasas de interés y ampliando el programa de compra de activos, pero anuló el estímulo que esperaba lograr al sugerir que no habrá más rebajas.

Sus comentarios impulsaron al euro hacia ganancias no deseadas frente al dólar y generaron algunas críticas de que Draghi que para algunos ya decepcionó a los mercados en diciembre con un anuncio por debajo de las expectativas había vuelto a fallar en la comunicación.

Esperando revivir la actividad corporativa y las inversiones, el BCE dijo que empezaría a comprar deuda corporativa e, incluso, se ofreció a pagar a los bancos para que concedan préstamos a las empresas de la atribulada zona euro, en un intento de reactivar el crecimiento y conjurar la amenaza de la deflación.

La entidad lleva tres años intentando empujar al alza la inflación hacia su objetivo, gastando 700,000 millones de euros en compra de activos solo en el último año. No obstante, no ha servido de mucho por la debilidad de la inversión, el alto desempleo, la elevada deuda y un descenso de la productividad en la economía.

Draghi anunció que el BCE redujo sus expectativas de inflación y crecimiento, vaticinando que, incluso con las nuevas medidas de estímulo, el avance de los precios no alcanzará su objetivo en varios años y que el crecimiento se ralentizará.

Los mercados saludaron inicialmente el programa, pero revirtieron su curso después de que Draghi insinuó que el BCE no rebajará más las tasas y descartó una estructura escalonada de tasas de depósito, un sistema ya usado en Suiza y Japón para animar el préstamo a las empresas, al tiempo que penaliza a los bancos que guardan demasiado dinero.

"Las tasas seguirán bajas, muy bajas, durante un periodo de tiempo extendido y mucho después del horizonte de nuestras compras", comentó Draghi en su habitual conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno.

"Desde la perspectiva de hoy y teniendo en cuenta el apoyo de nuestras medidas al crecimiento y la inflación, no prevemos que sea necesario reducir más las tasas", agregó.

El euro cambió de tendencia por estas palabras y subía cerca del 1,5 por ciento. Las acciones en la zona euro cayeron un 1,5 por ciento y los rendimientos de los bonos en el bloque subieron, endureciendo de hecho las condiciones monetarias y yendo, por tanto, en contra de los deseos de Draghi.

En un anuncio que superó las previsiones, el BCE amplió su programa de compra de activos a 80,000 millones de euros al mes desde los 60,000 millones de euros anteriores y redujo su tasa principal de refinanciación a cero desde el 0.05%.

También bajó 10 puntos básicos la facilidad de depósito, a 0.4%, y su tipo marginal -el que usan los bancos para tomar prestado dinero al BCE en un día cayó a 0.25% desde el 0.3%.

"El BCE decepcionó en su señal avanzada sobre las tasas y en su objetivo de inflación", afirmó Greg Fuzesi, analista de JPMorgan, argumentando que la entidad debería haberse inclinado por tasas de depósito escalonadas como una forma de proteger las ganancias de los bancos, mientras da espacio al BCE para seguir implementando rebajas.

"Esto es decepcionante, ya que el BCE podría haber dado un giro diferente, destacando que un sistema de tasas de depósito escalonadas limita el costo directo a los bancos y que las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO, por sus siglas en inglés) ayudan incluso más a las entidades al aportar financiación muy barata", agregó Fuzesi.

¿Fallo?Nicholas Spiro, de la consultora Lauressa Advisory, tituló su comentario: "Draghi falla con su bazuka". "Para un banquero central que se enorgullece de su talento verbal en sus intervenciones, resulta increíble que el señor Draghi dé el paso en falso de descartar nuevas rebajas de las tasas de interés pronto", agregó.

Los créditos ultrabaratos a cuatro años de las TLTRO serían ofrecidos con un interés cero, pero los bancos que presten más de la cantidad prescrita recibirán una reducción equivalente a la tasa de depósito, actualmente de -0,4 por ciento.

"Un banco que sea muy activo a la hora de conceder préstamos a la economía real puede pedir prestado más que un banco que se concentre en otras actividades", dijo Draghi.

El presidente del BCE reconoció las limitaciones de las tasas negativas y dijo que cualquier decisión futura deberá centrarse probablemente en otras medidas no convencionales.

"¿Significa eso que podemos ir todo lo negativo que queramos sin que haya consecuencias en el sistema bancario? La respuesta es no", señaló.