La Organización Internacional del Trabajo () informó que un 20% de los jóvenes en la fuerza laboral de América Latina califica actualmente como emprendedores, aunque la mayoría está en condiciones de vulnerabilidad económica.

"El emprendimiento surge como una clara alternativa para mejorar las oportunidades de los jóvenes en América Latina, en particular en un contexto de alto desempleo, pero para aprovechar su potencial será necesario repensar de forma urgente las políticas destinadas a facilitar la inserción de los jóvenes en la actividad económica", advirtió la OIT y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un informe conjunto.

Según el documento, el 20% de los jóvenes que participa en el mercado laboral califica como emprendedores, sin embargo, la vasta mayoría, equivalente a 18.6% del total, son trabajadores por cuenta propia, lo cual en general implica condiciones de vulnerabilidad laboral.

Solo un 2% son empleadores, en su mayoría con pequeños emprendimientos.

[ TAMBIÉN LEA ]

"La problemática de los jóvenes latinoamericanos ha alcanzado una magnitud y complejidad que reclama respuestas urgentes por parte de los Estados, y también de sus sociedades", alertaron la directora regional del PNUD, Jessica Faieta, y el director regional de la OIT, José Manuel Salazar.

El documento de los organismos de las Naciones Unidas fue difundido en la semana de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se realizó en Cartagena precisamente con el lema de "Juventud, Emprendimiento y Educación".

El informe titulado "Promoción del Emprendimiento y la Innovación Social Juvenil en América Latina", recuerda que, de un total de 156 millones de jóvenes entre 15 y 29 años en la región, el 39% vive en la pobreza, mientras el 20% de aquellos entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan. Por otra parte, se prevé que el desempleo juvenil subirá a en torno al 17%.

La persistencia de sistemas educativos poco inclusivos, la mayor incidencia de la pobreza entre jóvenes del sector rural, la exclusión de los jóvenes indígenas y afrodescendientes, y la necesidad de enfrentar el desafío de la empleabilidad de los jóvenes en un mundo de revoluciones tecnológicas, son mencionados como asignaturas pendientes en la mayoría de los países.

"Todas estas transformaciones y retos traen aparejada la necesidad de repensar las formas de inserción socio-laboral de los jóvenes", dicen los directores regionales de OIT y PNUD.

El hecho de que la mayoría de los jóvenes emprendedores sean cuentapropistas implica que tienen "una elevada probabilidad de percibir ingresos de pobreza por su tarea", dice el informe.

También se destaca que una elevada fracción de quienes se declaran emprendedores, ya sea como empleadores o cuentapropistas, admiten que han elegido esta opción por necesidad. Habitualmente se trata de una forma de enfrentar la falta de oportunidades de empleo, las malas condiciones de trabajo y de generar ingresos en forma relativamente rápida.

Estos independientes comparten con la forma predominante de inserción laboral juvenil, la de asalariados informales, que son dependientes, una situación de vulnerabilidad con "bajos ingresos corrientes y limitadas posibilidades de acrecentarlos en el futuro".