Ngozi Okonjo-Iweala.
Ngozi Okonjo-Iweala.

La economista nigeriana Ngozi Okonjo Iweala llegó a la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para asumir como su nueva directora general, una inyección de esperanza para esta institución que se enfrenta a enormes desafíos en plena crisis económica y sanitaria mundial.

Llego a una de las instituciones más importantes del mundo y tenemos mucho trabajo. Me siento lista”, dijo Ngozi, la primera mujer y la primera africana en dirigir la , al llegar muy temprano el lunes a la elegante sede de la organización a orillas del lago Leman en Ginebra.

Hay una reunión del Consejo General y espero ser capaz de escuchar y ver lo que las delegaciones tienen para decir, lo que los embajadores tienen para decir, sobre los principales temas y hablar” con ellos, declaró, precisando que se reunirá también con los directores generales adjuntos, que llevaron adelante la OMC durante seis meses de acefalía, y una parte de sus equipos.

Dos veces ministra de finanzas y jefa de la diplomacia de Nigeria durante dos meses, la doctora Ngozi, de 66 años, reemplaza al brasileño , que dimitió a finales de agosto, un año antes del final de su mandato, por “razones familiares”.

La nueva directora, que trabajó 25 años en el Banco Mundial, fue designada el 15 de febrero por los 164 países miembros de la OMC al final de un largo proceso de selección, paralizado durante meses por el veto a su nombramiento del expresidente estadounidense .

La llegada a la Casa Blanca de , que le dio su apoyo, permitió desatascar el proceso.

Ngozi inicia su mandato el primer día de la primera reunión (1-2 de marzo) del año del Consejo General de la OMC, que los miembros de la organización aprovechan para hacer balance de las negociaciones en curso.

En esta ocasión está previsto que los delegados decidan que la próxima Conferencia Ministerial --que fue aplazada por la pandemia de COVID-19-- se celebre en Ginebra en diciembre.

Para entonces, la nueva jefa de la OMC, conocida por su fuerte voluntad y determinación, habrá tenido tiempo de imprimir su huella en Ginebra.

Aunque algunos esperan que su llegada sea un revulsivo para la organización, otros advierten que no podrá cambiar las cosas radicalmente ya que la organización se rige por la regla del consenso con el que los miembros adoptan sus decisiones.

Una de las primeras tareas será nombrar a sus cuatro directores adjuntos, que la ayudarán a redinamizar el mecanismo de negociación de la organización.

Institución torpedeada

La nueva jefa de la OMC espera, en particular, impulsar las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca, para terminarlas en la próxima Conferencia Ministerial, aunque la tarea resulta ardua ya tienden a estancarse.

En pleno marasmo económico mundial causado por la pandemia de COVID-19, varios otros desafíos esperan a la nueva directora, entre ellos desactivar los conflictos que enfrentan a la organización con Estados Unidos.

Y es que asume la jefatura de una institución que fue torpedeada sobre todo por la administración de Trump, que era abiertamente hostil a la organización e incluso llegó a bloquear el funcionamiento del órgano de solución de conflictos.

Estados Unidos, pero también países europeos y Canadá, piden una reforma de la organización, al estimar que no responde de manera apropiada a las distorsiones comerciales generadas en particular por China.

Varios países reclaman también mayor transparencia de las políticas comerciales de los 164 miembros de la organización.

Recientemente la nueva directora instó a la OMC a concentrarse en la pandemia mientras los miembros de la organización están divididos sobre una exención de los derechos de la propiedad intelectual sobre los tratamientos y las vacunas contra el COVID para hacerlos más accesibles.

Ngozi, que fue presidenta de la Alianza para las Vacunas (Gavi) hasta el año pasado, también es muy esperada en el dosier COVID, una de sus prioridades.

Este asunto será debatido durante los dos próximos días en la OMC. Algunos países, como India o Sudáfrica, piden la exención de los derechos de la propiedad intelectual de las vacunas para optimizar la producción mundial.

El Grupo de Ottawa, que reúne a la UE y a 12 países, entre ellos Brasil, Canadá y Suiza, pedirán por su parte que los países se comprometan, durante la pandemia, a no obstaculizar el comercio médico y supriman los aranceles a los bienes considerados esenciales.

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