La mayoría de los micro y pequeños empresarios busca ahorrar parte de sus excedentes. Y es que saben que la fragilidad e inestabilidad de sus negocios los puede llevar a necesitar esos recursos en un momento de crisis.

Sin embargo, muchas veces ese ahorro no es canalizado a través de las instituciones financieras, sino que las mypes optan por guardar ese dinero ‘debajo del colchón’, explica Allyson Nash, gerente del área de Productos Pasivos y Canales de .

Aún prima cierto nivel de desconfianza de estos empresarios frente a las entidades bancarias, advierte. Pero esta tendencia está cambiando y cada vez son más los emprendedores que deciden tener un ahorro formal, destaca la ejecutiva.

Detrás de este cambio de preferencias está el incremento de la inseguridad en el país, sostiene.

El clima de inseguridad que se vive hace que cada vez más personas se den cuenta de que ahorrando en su casa se exponen a muchos riesgos que pueden evitar trasladando sus recursos a un banco, afirma.

A ello hay que sumarle una mayor oferta de productos que las entidades financieras extienden a sus clientes, y que determina que más recursos entren al sistema como depósitos, manifestó.

Competencia
Al cierre del 2017, los depósitos en el sistema financiero se expandieron a una tasa anual de 12%, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR).

Y esta tendencia creciente continuaría este año, estima Nash. Solo proyecta un incremento de sus depósitos de 24% en el 2018.

Ello será posible con el esfuerzo por atraer a clientes que tienen un crédito con la institución, pero que ahorran en otra o de modo informal, explicó la ejecutiva.

Del millón de clientes con créditos de Mibanco, solo el 43% posee también una cuenta de ahorros con ese banco. Al cierre del 2018, esa cifra debería incrementarse a 51%, estima Nash.

Sin embargo, reconoció que la competencia entre las microfinancieras por captar depósitos de mypes es fuerte. En esa línea, estas instituciones vienen incrementado los productos pasivos para tales clientes.