Uno de los principales escollos que enfrenta el Estado para la suscripción de la séptima de la ampliación del , es la posible alza de las tarifas del terminal aéreo, calculado bajo el mecanismo de factor de productividad.

"Ese es justamente de todo el tema de la adenda, el más crítico el cual se está negociando: el RPI-X (factor de productividad), así que la meta por parte de nosotros y de LAP es llegar a un acuerdo", explicó el director general de la Oficina de Planeamiento del , Omar Olivares.

Como se recuerda, uno de los puntos de discusión, es que el concesionario desea seguridad sobre los flujos de las tarifas cuando levante capital para las obras de ampliación por lo que planteaba seguir aplicando el factor de productividad, aunque la idea desde el Estado es no perjudicar a los usuarios de una posible alza de las tarifas.

"Todas las sugerencias se toman en cuenta. Ya esto se está evaluando a muy alto nivel con el concesionario y con otras partes interesadas y se está discutiendo, es algo que está en pleno proceso", detalló. "Las conversaciones están muy fluidas", reiteró.

Pese a ello, el funcionario consideró que la esperada para la ampliación del terminal aéreo así como de la segunda pista de aterrizaje se dará de todas maneras este año. En esa línea, dijo que el principal problema fue la entrega de la totalidad de los terrenos para las obras.

"El principal problema era que nosotros teníamos que dar el 100% de los terrenos para que todo fluya. El último problema que teníamos era el túnel Gambeta que la semana pasada se abrió, de esto modo ya podemos entregar nosotros el 100% de los terrenos lo que facilitaría la suscripción de la adenda. Superado este problema se tiene que finiquitar la adenda", refirió.

Esta semana el titular de Transporte y Comunicaciones, , anunció que en mayo se suscribiría la adenda con Lima Airport Partners para el inicio de las obras en el segundo semestre del año, entre junio y julio

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La modernización del , es un proyecto de más de US$1,200 millones.