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Inversores y economistas están cada vez más divididos respecto de las perspectivas de la economía mundial.

Los operadores de dinero temen que la baja inflación y el fuerte crecimiento de los últimos 12 meses estén llegando a su fin, lo que derivaría en un mercado nervioso de bonos y acciones.

Economistas y funcionarios, en cambio, estiman que la desaceleración del primer trimestre fue algo pasajero y que pronto se reanudará la expansión.

El siguiente es nuestro resumen semanal sobre lo que pasa en la economía mundial.

Desaceleración pasajera
Para los optimistas, en todo el mundo hay indicios de una recuperación. Los Estados Unidos dan muestras de una mayor fortaleza ante un retorno del gasto en consumo y China experimenta un sorprendente crecimiento de la manufactura. Japón considera que su rara contracción del primer trimestre fue sólo un control de velocidad en tanto las exportaciones cobran fuerza.

Los funcionarios de la zona del euro también esperan una recuperación. Tal vez el mayor motivo de preocupación sea que mercados inquietos terminen por deprimir la economía al socavar la confianza de los consumidores y las empresas. De todos modos, los economistas están tranquilos respecto de la posibilidad de un petróleo a US$ 100 y de rendimientos de bonos de EE.UU. de 3%.

Por otro lado
Para ver el vaso medio vacío basta con echar una mirada a los mercados emergentes, que tal vez puedan culpar a la Reserva Federal. La profesora de Harvard considera que están en una posición más débil que en crisis pasadas.

En tanto los inversores se concentran en problemas como los déficits de cuenta corriente, los bancos centrales desde India hasta México se disponen a subir las tasas de interés más rápido de lo que los economistas pronosticaban antes.

Las noticias más jugosas sobre política monetaria procedieron de Turquía, donde el presidente declaró a Bloomberg que está preparado para manejar la economía y el banco central con más firmeza si gana una elección el mes próximo.

Reserva Federal
Los funcionarios de la Fed se mostraron muy comunicativos esta semana. Se habló mucho acerca de la curva de rendimiento, quién la aplanó y si debería preocuparnos su evolución. La cantidad de aumentos de la tasa de interés de este año sigue siendo tema de debate: el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan y Raphael Bostic de Atlanta se atienen a una base de tres incrementos este año, mientras que John Williams, de la Fed de San Francisco, considera que serán cuatro.

Loretta Mester, que está al frente de la Fed de Cleveland, le dijo a Bloomberg que una inflación baja y constante sostiene el camino de aumento gradual de tasas de la Fed. Richard Clarida, el nominado del presidente Donald Trump para número dos de la Reserva Federal, suena muy parecido al presidente Jerome Powell.

Dilemas de banqueros centrales
No sólo los mercados emergentes parecen endurecerse. Después de siete años, el Riksbank podría disponer un aumento en octubre, mientras que el Banco Central Europeo podría hacerlo en el 2019, “unos trimestres” después de finalizar su programa de compra de bonos, dijo a Bloomberg el funcionario del BCE François Villeroy de Galhau.

Polonia estima que el mundo ha terminado por concederle la razón. Por su parte, el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Ben Broadbent, tuvo una mala semana.