Jaime Reusche
Jaime Reusche

Tras el pedido de la cuestión de confianza del presidente Vizcarra, ¿qué riesgos ven para la economía?
Va a ser difícil medir el impacto antes de tiempo y también dependerá de cuál es el resultado de la cuestión de confianza del 4 de junio. Si no se le otorga la confianza y el presidente tiene la potestad de cerrar el Congreso, puede generar más ruido político, pero al mismo tiempo tal vez complicaría el tema de pasar normas, pero habría algún tipo de resolución del conflicto.

¿Esta resolución qué efectos tendría?
La inversión privada no minera en estos momentos está estancada. Si uno conversa con los empresarios, la gran mayoría siempre responde que es por la misma razón: que es política, que no ven señales claras, que hay mucha conflictividad entre el Ejecutivo y el Congreso. Si llegamos a una resolución, sea cual fuere tal vez ayude a superar el momento de volatilidad y ruido político.

No es necesariamente negativo
Así es como lo vemos nosotros. No vemos que tenga mucha repercusión sobre la calificación crediticia, lo que importa es qué efecto tiene sobre la confianza empresarial y la inversión no minera.

¿Lo que necesita el mercado es una definición del rumbo del país?
Así es como lo veo. Esto puede generar bastante ruido en el ínterin, pero una resolución es necesaria de una forma u otra, para que no siga paralizada la inversión privada.

Pero la Confiep señala que este enfrentamiento frena las decisiones de inversión.
Puede haber dos tipos de reacciones distintas. Una es la que puedan tener los empresarios privados nacionales y otra los extranjeros que están viendo más que nada el desempeño de las variables macro, no tanto los temas políticos. Ya hemos visto que hay una suerte de resiliencia ante estos eventos. Cuando renunció el presidente Kuczynski, los rendimientos de los bonos prácticamente no se movieron, el sol no se depreció y la bolsa hasta subió. La gran pregunta es cómo reaccionarán los empresarios domésticos.

Si la reacción de los empresarios nacionales es retraer inversiones, ¿dónde se verán más los impactos?
Claramente sería en temas de crecimiento. Hay que considerar que este es un Congreso que ha estado muy dispuesto a adoptar medidas de gasto bastante populistas, que le han complicado el tema del gasto fiscal de manera permanente al Gobierno. Si bien puede haber un cierto resentimiento en las cifras de crecimiento y la inversión privada, también puede haber un efecto en las cuentas fiscales, que es una variable que miran los inversionistas extranjeros y no se vería mayor deterioro y, por el contrario, se vería un curso normal en este proceso de consolidación.

¿Qué es lo que tenemos que pedirles a los empresarios peruanos ante esta situación?
Entiendo que el temor es la incertidumbre, pero esto será pasajero hasta que se tome una decisión. Los empresarios deben mantener la calma, y cualquiera sea la decisión no debería de afectar sus decisiones de inversión, porque la economía tiene un gran potencial de crecimiento y solo está a la espera de esta inversión privada no minera.

¿Qué tanto pesa que exista un marco constitucional para este proceso?
Genera menos incertidumbre, pero igual hay algo de confusión, porque nunca antes ha sido probado. Lo que pasó en 1992 fue en un ambiente bastante distinto y la inversión doméstica no era tan sensible a la confianza. Ahora tenemos una economía más madura y un sector empresarial más sensible a lo que pase en el ámbito político.

¿Cuál sería el peor escenario para la economía?
Que se mantuviera esta conflictividad, que no haya una resolución a la cuestión de confianza y tampoco se pueda avanzar con un Congreso con una propensión muy alta a tomar medidas populistas. Si no se prende la chispa de la inversión privada no minera, el crecimiento potencial puede seguir cayendo y bajar a cerca de 3%, que sería muy dañino para la perspectiva de largo plazo de la economía.

¿Si no se disuelve el Congreso, este poder del Estado debería cambiar de actitud?
Efectivamente, eso es lo que le exige la gente, el ciudadano de a pie y la comunidad empresarial al Congreso, que busque formas de consensuar con el Ejecutivo y que reflexione y trate de sentar las bases para normalizar y tranquilizar la situación política.