Redacción Gestión

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Pekín (Reuters).- El panorama de la calificación soberana de China se mantiene positivo, apoyado por las favorables perspectivas de crecimiento a mediano plazo y la fuerte dinámica de deudas del Gobierno, afirmó Moody's Investors Service en un reporte.

La agencia calificadora no hizo cambios a la nota "Aa3" que asigna a los bonos en moneda local y extranjera de China, pero dijo que Pekín debe retener el control de las finanzas gubernamentales locales y hacer reformas en el sistema financiero para asegurar un crecimiento económico rápido y sostenible durante el resto de la década.

"El rápido crecimiento económico, junto a déficits bajos y la deuda del Gobierno central, entregaron un amplio espacio fiscal para manejar los riesgos supeditados a las finanzas de los gobiernos locales, o en el ", dijo Moody's en una declaración que acompañaba al reporte.

Moody's dijo que espera que la tasa de crecimiento real de China caiga a un rango entre 7.5 y 8.5% en el 2012 y 2013 desde el ritmo del 10.3% de la última década.

Economistas consultados por Reuters este mes esperaban que la economía crezca un 8.4% este año. Tras un tramo más lento en el primer trimestre, se espera que el crecimiento repunte y suba de forma constante hasta alcanzar un 8.7% para abril-junio del 2013.

Moody's también dijo que la exposición comercial y financiera de China a los continuos problemas en la zona euro era de moderada a baja.

El reporte dijo que el gran tamaño de la economía china ofrecía estabilidad contra los remezones y compensaba las debilidades institucionales asociadas con un ingreso per cápita relativamente bajo.

Sin embargo, advirtió que la fortaleza institucional era moderada en comparación con la mayoría de los países con una elevada calificación y que se necesitaba hacer más para desarrollar la transparencia.

"Los riesgos de eventos políticos, económicos y financieros, que podrían provocar una abrupta rebaja de varios escalones, son considerados como bajos y manejables, pero no inimaginables", dijo el comunicado de Moody's.

China dio un paso histórico este mes para convertir al yuan en una divisa global, al ampliar el tamaño de su banda de operaciones contra el dólar a un 1%, siguiendo adelante con una reforma crucial para liberalizar aún más sus mercados financieros.

El gabinete de China también aprobó un proyecto piloto en la ciudad costera de Wenzhou que podría formar la piedra angular de las reformas al sector financiero nacional, con un plan para crear una serie de nuevas instituciones que llevarán fondos del sector privado al controlado sistema bancario de China.

Fuentes en contacto directo con el Banco Popular de China y la Comisión Reguladora de Valores de China dijeron a Reuters la semana pasada que las reformas están listas para ser implementadas en los próximos 12 meses para fomentar los flujos de capitales en ambos sentidos.

El primer ministro, Wen Jiabao, fijó el mes pasado su legado político en la reforma para equilibrar la economía en la reunión anual del parlamento en China.