(Bloomberg) Los activos del mundo en desarrollo están comenzando 2017 con una buena racha, similar a otras que se han visto sólo tres veces este siglo, y podrían estar encaminados a seguir fortaleciéndose.

Veinte de las 24 monedas de los mercados emergentes se han apreciado en lo que va del año, encabezadas por alzas de más del 8% en el peso de México y el zloty de Polonia. De las cuatro monedas que han caído, ninguna ha perdido más del 1%.

En conjunto, las monedas de los países en desarrollo han ganado un 4.7% en 2017, el mejor comienzo de un año desde 2006, durante la presidencia de George W. Bush.

Se espera que acumulen más ganancias dadas las valoraciones baratas, el retorno de los inversionistas extranjeros y la menor dependencia de los países en desarrollo de las materias primas, según Michael Hasenstab, quien administra el Fondo de Bonos Global Templeton de US$40.000 millones y es especialmente optimista sobre la India, México y Brasil.

"Hemos visto algunos buenos vientos favorables desarrollarse en los mercados emergentes este año, ya que la inversión extranjera ha vuelto a varios mercados infravalorados", escribió Hasenstab en un correo electrónico.

"Todavía estamos en las primeras etapas del regreso del capital extranjero, y todavía hay mucho espacio para fortalecerse dado lo bajo que cayeron las valoraciones en años anteriores".

El casi récord de este año se compara con las grandes ganancias a principios de 2003, 2006 y 2011. Las alzas de 2003 y 2006 cerraron un mercado alcista de cuatro años para los activos de los mercados emergentes antes de la crisis financiera mundial.

En 2011, más de dos años después del colapso de Lehman Brothers, las monedas volvieron a subir debido a fuertes perspectivas de crecimiento, pero las ganancias se diluyeron a mitad de año.

Algunos operadores han encontrado el rápido inicio de este año inquietante. Los fondos de cobertura y los inversores de dinero real sacaron dinero de las monedas de los mercados emergentes la semana pasada, según Citigroup Inc., que menciona la estacionalidad como un factor potencial.

Y las proyecciones de analistas compiladas por Bloomberg muestran que los estrategas esperan que 21 de las 24 monedas se deprecien a fin de año.

Un factor clave para la perspectiva es la trayectoria del dólar, y si los encargados de las políticas en Estados Unidos quieren evitar que se aprecie para apoyar a los exportadores, de acuerdo con Greg Saichin, director de inversiones para bonos de mercados emergentes en Allianz Global Investors en Londres, que tiene US$511.000 millones bajo administración.

"El tono general parece ser estable en el mediano plazo", dijo Saichin. "La gran interrogante es la fortaleza del USD".

Otros estrategas se centran en las mejores perspectivas económicas de los países en desarrollo.

"A las monedas de los mercados emergentes todavía les puede ir bien", dijo Lucy Qiu, analista de UBS Wealth Management, con sede en Nueva York, quien supervisa más de US$1 billón y recomienda el real brasileño, el peso mexicano y la rupia indonesia.

"Los datos de crecimiento interno siguen siendo sólidos y externamente, esperamos que el dólar de Estados Unidos probablemente haya alcanzado su punto máximo".