Un total de 500 hectáreas de la Reserva Nacional , en Madre de Dios, se recuperaron en un trabajo conjunto del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (), la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) de la Marina de Guerra del Perú y la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (Fema) del Ministerio Público.

El trabajo que se viene realizando desde setiembre del 2016 hasta la fecha permitió recuperar zonas que se encontraban afectadas por actividades de la minería ilegal.

"En estos meses de gestión, el Ministerio del Ambiente nunca ha retrocedido en sus competencias ante la minería ilegal, y esto lo vemos reflejado en que hemos recuperado más de 500 hectáreas de la de esta actividad ilícita, extensión que representan más del 70% del área total afectada. Esta lucha contra la minería ilegal es posible gracias al trabajo articulado que realiza el con la Dicapi y la Fema", apuntó la ministra del Ambiente, Elsa Galarza.

Las acciones conjuntas de estos organismos, cada una en su competencia, priorizaron la intervención a los campamentos mineros que proveen de apoyo logístico a los mineros ilegales al interior del Área Natural Protegida, y luego las interdicciones propiamente a los lugares con operaciones mineras.En estos operativos se logró también desmantelar 4 campamentos mineros ubicados en la zona de amortiguamiento, los que proveían de logística a los mineros ilegales que ocupaban al interior del área natural protegida.

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Control y vigilanciaPara la realización de estos operativos, se reforzó la presencia del personal guardaparque y efectivos de la Marina de Guerra del Perú en el puesto de vigilancia y control "Azul", uno de los sectores más amenazados por la minería ilegal en la Reserva. Habiéndose instalado permanente cerca de una veintena de efectivos de la Dicapi.

Entre los operativos efectuados una de las intervenciones más transcendentales se realizó en el campamento "Panterita", ubicado en el sector del río Malinowsky, donde operaban más de mil personas dedicadas al abastecimiento de implementos e insumos para la minería ilegal, así como al suministro de combustible, alimentos, transporte, mecánica y otros que sostenían el desarrollo de la ilícita actividad.

El resultado de esta acción fue el desmantelamiento de este campamento, en el cual los mineros ilegales se refugiaban durante los operativos contra la minería ilegal que se realizaban al interior del área natural protegida, lo que les permitía guarecerse y, luego, retornar inmediatamente a la Reserva. Similar acción se realizó en el campamento minero "Cetical", el cual era ocupado por más de 40 personas dedicadas a la minería ilegal.

Complementando estas acciones de control y vigilancia, se han incorporado 15 nuevos guardaparques en la , siendo destacados a los puestos de vigilancia y control Azul, Otorongo y Correntada, contando con equipos de logística y comunicación necesarios para el desarrollo de las acciones de coordinación entre los mencionados puestos de control.