Redacción Gestión

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(Bloomberg View).- Los operadores de bonos han sido pesimistas sobre el mundo durante meses. En un rápido giro de acontecimientos, la Reserva Federal ha llegado a estar de acuerdo con ellos hasta cierto punto.

El miércoles, el banco central tiró en gran medida la toalla respecto a su optimismo de que la economía de EE.UU. pueda mantener su fuerza sin la ayuda de un crecimiento en casi ninguna otra parte del mundo. Los miembros de la Fed redujeron significativamente sus previsiones de expansión de EE.UU. en su reunión de esta semana, bajando sus expectativas a solo dos aumentos de tasas de interés este año, en comparación con cuatro en reuniones anteriores.

Los inversores de deuda respondieron rápidamente. Ellos corrieron de vuelta a los mismos bonos del Tesoro que habían vendido antes de esta reunión, en tanto sus preocupaciones económicas eran ratificadas por el último mensaje de la Fed.

Entonces, ¿qué ha cambiado? Principalmente, la economía mundial parecía debilitarse, consumiendo el potencial de EE.UU. al causar el fortalecimiento del dólar, lo que dificulta las exportaciones de la nación y reduce la inflación en todo el mundo. Esto no es nuevo, por supuesto. Los economistas en todo el mundo han estado bajando de forma constante sus expectativas de crecimiento en los últimos años.

Los responsables de la política económica también parecían intensificar su enfoque en la reciente volatilidad del mercado, la cual les preocupa porque será difícil para las empresas pedir prestado a bajo costo. La presidenta de la Fed, Janet Yellen, incluso sonaba como una operadora de crédito en un momento dado, hablando en su declaración del rendimiento adicional sobre las tasas de referencia que las empresas con grado de inversión han estado gastando para pedir prestado. Pero también señaló que cualquier aumento se ha compensado con menores tasas de referencia.

Los mercados crediticios han sido volátiles durante meses, y la inflación de EE.UU. ha estado aumentado ligeramente. Yellen indicó que el mercado laboral sigue mejorando. Estos han sido algunos de los principales objetivos de la Fed, pero al parecer están siendo balanceados por la visión de mundo más amplia del banco central.

El cambio más importante ha sido la evolución de Japón, donde los banqueros centrales iniciaron políticas de tasas de interés negativas en enero, y en Europa, donde los formuladores de políticas acaban de ofrecer de todo a los mercados de crédito diciendo que comenzarían a comprar bonos corporativos, además de compras de deudas nacionales y tasas negativas.

Estas regiones están en un punto adverso, lo que quizás explica su creciente desesperación por encender algo de inflación. En la rueda de prensa de Yellen el miércoles tras la publicación de la declaración de la Fed, ella dijo que "el crecimiento japonés en el cuarto trimestre fue negativo, eso fue una sorpresa'' y que había "un crecimiento ligeramente más débil" en la zona euro.

En respuesta a una pregunta del reportero de Bloomberg Television, Erik Schatzker, Yellen dijo que las políticas de tipo negativo en Japón y Europa han tenido "efectos mixtos", con "algunos positivos y algunos negativos".

Durante años, los funcionarios de la Fed fueron capaces de ignorar en gran medida la economía mundial. Los EE.UU. era el perro alfa, mientras otras naciones respondían a sus acciones, y no al revés. Ahora, EE.UU. está cada vez más a merced del resto del mundo. El mercado de bonos se ha dado cuenta de esto desde hace un tiempo. Es bueno para la Fed que se ponga al tanto.

Por Lisa Abramowicz.