(Foto: Reuters)
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Los estrategas de mercado de pronto están considerando a las acciones de una forma en que no lo habían hecho durante mucho, mucho tiempo: baratas.

La percepción de oportunidades es probablemente una gran razón para el reciente repunte del mercado. El Promedio Industrial Dow Jones subió casi 500 puntos entre lunes y martes. El índice S&P 500 ha ganado cerca de un 2% esta semana.

Puede parecer un momento extraño para calificar las acciones de baratas. Sí, el mercado, salvo los últimos dos días, en general ha estado a la baja últimamente. Aun así, aunque el S&P 500 ya no está en su punto más alto, no está lejos de ese nivel y se encuentra a menos de 250 puntos, o 10%, del máximo de 2,873 que tocó a principios de enero.

De hecho, en los actuales 2,657, el índice se ubica cerca de donde estaba a mediados de diciembre, cuando muchos calificaban al mercado de extremadamente caro. Además, las acciones, medidas por el S&P, todavía registran un alza del 68%, o el 87% incluyendo dividendos, durante los últimos cinco años.

Pero lo que ha cambiado, y lo que hace que algunos digan que el mercado está más barato de lo que ha estado en un tiempo, son las mejores ganancias y la expectativa de que van a mejorar aún más.

El mejor epítome de eso es la llamada relación PEG, que compara la relación precio-beneficios a futuro (forward P/E), basada en los beneficios esperados durante los próximos 12 meses, con la tasa de crecimiento esperada de esos beneficios, nuevamente durante los próximos 12 meses.

La relación PEG ha sido utilizada en Wall Street por un tiempo. Peter Lynch, administrador de fondos de inversión de Fidelity, fue el defensor más famoso de la habilidad del indicador para determinar el valor. Generalmente, una relación PEG de 1 es la línea divisoria entre barato y costoso.

La actual relación PEG del S&P 500, incluso después del alza reciente, es 0.62. Se trata de la relación más baja en casi una década; a principios de 2015, era de 2.6. Para que la relación PEG llegue a 1, el S&P 500 tiene que subir a casi 4,300, o un alza del 60% desde su nivel actual.

Las acciones, sin embargo, pueden no estar tan baratas como parece mostrar la relación PEG. Primero, recuerde que el indicador es una relación de una relación, donde las ganancias esperadas son tanto el numerador como el denominador. Hay muchas conjeturas incorporadas a ese número. Y las predicciones de ganancias de Wall Street a menudo no funcionan.

En segundo lugar, mientras que el forward P/E del mercado ha disminuido, de 18.1 hace un año a 16.5, la caída real en la relación PEG viene de un gran aumento en el crecimiento esperado de los beneficios del S&P 500 para el próximo año. Se prevé que las ganancias aumentarán un 27% desde el segundo trimestre de este año hasta mediados del 2019.

Pero gran parte de ese crecimiento no es sostenible. Una parte importante proviene del recorte de impuestos. A fines del próximo año, se espera que el crecimiento de las ganancias disminuya a solo 11%.

El S&P 500 se cotiza a 15.4 veces las ganancias del próximo año, lo que significa que la relación PEG del mercado ya está lista para regresar, una vez que se disipe el efecto del plan fiscal, a 1.4, que es cerca del promedio de los últimos 20 años. Y eso, si las acciones no suben desde aquí.

Además de eso, hay varias razones, como el aumento de las tasas de interés y una potencial guerra comercial, para pensar que las valoraciones de las acciones deberían ser más bajas de lo que han sido en las últimas dos décadas. Los inversores pueden pensar que las acciones parecen baratas, pero no la ganga que parecen.

Por Stephen Gandel

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus dueños.