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El panorama económico mundial podría cambiar materialmente para mejor tras los prometedores resultados anunciados el lunes de una vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Pfizer Inc. y BioNTech SE.
Hace menos de un mes, el Fondo Monetario Internacional rebajó su pronóstico para el crecimiento mundial en 2021, señalando que la recuperación sería “larga, desigual e incierta”. Ahora, la posibilidad de que se fabrique y distribuya una vacuna exitosa a partir de principios del próximo año puede justificar importantes revisiones a las proyecciones de crecimiento para el primer trimestre.
“Este es un punto de inflexión, es lo que hemos estado esperando desde marzo”, dijo Torsten Slok, economista jefe de la firma de capital privado Apollo Global Management Inc. “En general, esto invertirá todos los cálculos de proyecciones”.
Las acciones estadounidenses se dispararon a récords después de que el análisis de Pfizer y BioNTech mostrara que su vacuna previno más de 90% de los contagios por COVID-19, el avance científico más alentador hasta ahora. Los resultados aún deben ser aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), y podría llevar meses o años llegar a un porcentaje significativo de la población mundial.
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Mientras los contagios por COVID-19 han aumentado a un ritmo récord en Estados Unidos en las últimas semanas y varios países europeos están implementando nuevas medidas de confinamiento, el rumbo de la economía todavía parece difícil en el cuarto trimestre.
Aun así, la esperanza de una vacuna en general tiene el potencial de impulsar la confianza entre consumidores y empresas, lo que apuntalaría el gasto y la contratación. Por ejemplo, la gente podría comenzar a reservar vacaciones para la primavera y el verano, lo que ayudaría de inmediato a las industrias relacionadas, dijo Slok.
Aproximadamente 27 millones de trabajadores estadounidenses, que representan aproximadamente el 22% de la fuerza laboral del país, se emplean en ocupaciones que son consideradas de proximidad física, según Slok.
El economista jefe del Banco de Inglaterra, Andy Haldane, también usó el término “punto de inflexión” después de las noticias del lunes y dijo que una vacuna “cambiaría las expectativas de manera muy decisiva tanto entre las personas como entre las empresas”.
Eso reduciría la preocupación de que las economías se estén dirigiendo a cierres recurrentes, donde el virus reaparece cada vez que se levantan las restricciones, lo que obliga a otro bloqueo y un ciclo de incertidumbre de inicio y fin.
La perspectiva de una vacuna podría tener un impacto en las decisiones del banco central, así como en un posible estímulo gubernamental.
En EE.UU., donde los legisladores han estado en desacuerdo sobre el estímulo fiscal durante meses, la noticia de la vacuna podría “poner un freno a un enorme paquete fiscal”, dijo Sam Bullard, economista sénior de Wells Fargo Securities LLC.
La semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abrió la puerta a un posible cambio en las compras de bonos del banco central en los próximos meses, y señaló que las compras de activos se habían discutido en la reunión más reciente de la Fed.
Dicho esto, si un aumento de la confianza produce una reacción económica positiva en la forma de aumento de la contratación, gasto de capital o compras de los consumidores, es posible que la Fed no sienta la necesidad de hacer ese cambio, dijo Bullard.
“No olvidemos que todavía tenemos 10 millones de empleos por recuperar, todavía tenemos mucho trabajo por hacer”, dijo Slok sobre el mercado laboral de EE.UU. “El agujero en el que estamos todavía es relativamente profundo. Incluso con la noticia de la vacuna, todavía queda un largo camino por recorrer, es solo un camino más corto”.