Cobre. (Foto: Bloomberg)
Cobre. (Foto: Bloomberg)

Los suministros de cobre reciclado saltarán este año debido a los altos precios del metal, pero es poco probable que los volúmenes sean suficientes para cubrir la robusta demanda, dejando una brecha que se espera lleve al uso de reservas y a un nuevo aumento en el mercado.

Los precios del cobre, de unos US$ 9,400 la tonelada, están cerca del máximo de US$ 9,617 anotado en febrero, el mayor nivel desde agosto del 2011 y más del doble de los valores vistos en marzo del año pasado, cuando la actividad de manufacturas se paralizó por las restricciones del COVID-19.

La actividad relacionada con la chatarra de cobre representa alrededor de un tercio de los suministros mundiales de 30 millones de toneladas, pero las cantidades tienden a variar de acuerdo a los precios.

Es poco probable que los suministros de cobre reciclado aumenten tan rápido como lo necesita el mercado, en vista de las complicaciones logísticas y el retraso de ocho meses entre la fortaleza de los precios y la chatarra que llega al mercado para ser procesada”, dijo Max Layton, analista de Citi.

El mercado necesita alrededor de 10.8 millones de toneladas de chatarra este año en comparación con los 9.3 millones de toneladas en el 2019. Se esperan grandes caídas de inventarios de metales refinados durante los próximos seis meses”, agregó.

Citi espera que la demanda mundial del metal -ampliamente utilizado en energía y construcción- crezca un 6.5% este año, a 24.75 millones de toneladas, y prevé un déficit de 521,000 toneladas.

Datos

  • Las existencias de cobre en poder de los productores, consumidores y los almacenes estatales de China son significativas, pero difíciles de monitorear.
  • En busca de pistas sobre las operaciones, el mercado observará las existencias en los almacenes registrados en la Bolsa de Metales de Londres (LME) y los volúmenes gestionados por la Bolsa de Futuros de Shanghái, que actualmente suman más de 360,000 toneladas.
  • Se espera que los inventarios empiecen a caer a partir de mayo, cuando la demanda se acelera por un repunte de la actividad de construcción en los meses de verano boreal, por lo que posiblemente los precios del metal volverán a subir entonces.
  • También está previsto que la producción de las minas se incremente este año, pero no lo suficientemente rápido como para compensar por el déficit estimado.

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