Redacción Gestión

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Nueva York (Reuters).- Vender en corto acciones de Facebook en su debut en el mercado requiere nervios de acero, pero algunos operadores lo están intentando.

Facebook, que completó el jueves una de las mayores (OPI) en la historia de Estados Unidos, ha despertado la atención de inversionistas completamente fuera del mercado hasta sofisticados agentes institucionales.

El alto interés indica que los vendedores en corto se ven tanto seducidos por el alto valor del papel como vacilantes por las características especiales de Facebook.

"No tengo interés de ir en corto contra un fenómeno cultural", dijo Jeffrey Matthews, un administrador del fondo de cobertura en una entrevista por correo electrónico.

Consultado acerca de si su decisión de no ir en corto se explica por el hecho de que las acciones de la red social cotizan con una valoración que no es normal en el mercado, respondió: "Bingo".

Esta clase de inversionistas apuestan contra una acción al arrendarla y venderla de inmediato. Si el valor cae, lo compran a un menor precio, la devuelven y se embolsan la diferencia.

Pero quienes quieran operar así con tienen una problema inicial que resolver. Los operadores entrevistados dijeron que sería difícil conseguir tenedores que presten la acción, al menos durante algunos días.

Por otro lado, el porcentaje de inversionistas minoristas, que fue mayor al normal, podría hacer que jugar en corto sea más difícil, dado que esa clase de personas no suelen arrendar sus títulos.

"Será muy difícil pedir prestadas acciones", dijo Adam Reed, profesor de Finanzas de la escuela de negocios en Chapel Hill en Carolina del Norte.

"En nuestras investigaciones hemos visto que en un 70% de las OPI hay acciones para tomar prestadas en el primer día de cotización, pero solo inversionistas de renombre lograban arrendar esas acciones", dijo.

ValientesLos que sí logran apostar a la caída de las acciones necesitan tener mente fría. El costo de arriendo será alto y además los inversionistas podría encontrarse con un escenario difícil si quisieran deshacer el negocio comprando acciones en el mercado.

Y si el precio de la acción saltara bruscamente, los vendedores en corto también podría recibir llamadas de los que se las prestaron reclamando su devolución.

Pese a todos esos obstáculos, algunos lo están intentando.

"Estoy recolectando la información ahora, estoy llamando a todos los corredores", dijo un administrador de un fondo de cobertura el jueves por la noche, luego de que a 38 dólares por acción. "Esto no puede estar más inflado", dijo.

"Mi mamá me preguntó si ella podía comprar acciones de Facebook (…) Un taxista también me preguntó por la OPI. En ese momento es cuando a uno le dan ganas de ir en corto", aseguró.