Redacción Gestión

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La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) actúa desde abril como organismo supervisor en la lucha contra el lavado de activos de aquellas entidades que carecen de supervisor, como es el caso de las cooperativas de ahorro y crédito y los notarios.

Las cooperativas antes eran supervisadas para todo efecto por la Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Perú (Fenacrep). Una norma reciente señala que la Fenacrep sigue a cargo de la supervisión prudencial pero la UIF de antilavado.

La SBS ya regulaba a este sector por lo que existe un reglamento de prevención del lavado que en adelante la UIF verificará que se cumpla. "Lo que no había era una supervisión efectiva", apuntó Sergio Espinosa, jefe de la UIF. En el país existen unas 120 cooperativas de ahorro y crédito, de las cuales las primeras 10 concentran el 85% del sector. Esto facilitará la labor de la UIF, estimó Espinosa.

Algo similar ocurre con los notarios, cuya supervisión en asuntos de lavado de activo también ha pasado a manos de la UIF. Previo a esta norma esta labor correspondía al Consejo del Notariado, el cual mantiene sus demás competencias sobre la función notarial.

"El diseño tal como estaba no funcionaba porque el Consejo de Notariado tiene otras competencias y otro perfil", lamentó Espinosa.