Los efectos del coronavirus han mermado la actividad empresarial en el distrito de San Borja. Si bien paulatinamente la rueda echa a andar en la comuna, aún existen sectores como el de restauración y de desarrollo inmobiliario que no terminan de reactivarse en su totalidad. No obstante, están en una senda positiva.
“A raíz de la pandemia, la municipalidad estableció una flexibilidad para que los negocios puedan adaptarse a mejores condiciones. Este año ha habido 26 negocios que cambiaron de giro y optaron básicamente por bodegas y minimarkets”, indicó Henry Gambetta, jefe de la Unidad de Licencias Comerciales de San Borja.
Sin embargo, también muchos negocios dejaron de operar debido, principalmente, por los efectos de la pandemia. Así, durante el 2020 se registraron 346 ceses cuando, en 2019, apenas hubo 220, un 57% más. De estos, los restaurantes, negocios de entretenimiento, discotecas y pubs fueron los más afectados.
No obstante, y pese al COVID-19, este año se otorgaron más de 600 licencias de funcionamiento, de las cuales la mayoría son de oficinas administrativas (70), seguido por restaurantes a partir de agosto (66) y bodegas (44).
Asimismo, la comuna mantendrá los ejes comerciales consolidados, como lo son La Rambla o las avenidas Aviación y San Luis, y no generará otros para mantener el carácter residencial.
“Se ha reducido un poco frente al año pasado cuando se otorgaron 700 licencias. Hoy estamos pasando los cuatro mil negocios en el distrito. El objetivo de la municipalidad es mantener la residencialidad por lo que no hay evaluaciones de cambios de zonificación”, acotó.
Proyectos inmobiliarios
Por otro lado, el distrito cuenta con 128 obras inmobiliarias que están en proceso de construcción. De estas, unas 62 ya han reiniciado actividades como parte de las fases 1 y 2 de la reactivación económica.
“De acuerdo al comportamiento, estimamos que el 30% de las 62 concluirán para este año, mientras que el 70% restante no proyectamos que hagan lo mismo por liquidez o agentes externos”, comentó Carlos Alfageme, gerente de Desarrollo Urbano de San Borja.
Además, hay nuevas inversiones para 160 anteproyectos en consulta, que ya cuentan con opinión favorable en diversas comisiones de la comuna. Dichos proyectos están básicamente enfocados para uso residencial, hasta en un 90%.
Así, en los últimos tres años, se ha aprobado la ejecución de proyectos por más de US$170 millones, según el funcionario, principalmente en proyectos de vivienda ubicados en las zonas entre las avenidas Javier Prado y San Borja Sur, y, en menor escala, en Chacarilla.
“Estos 160 anteproyectos cuentan con opinión técnica favorable y pueden iniciar su trámite de licencia de construcción. Ninguno, sin embargo, lo ha hecho. Creemos que es por la coyuntura económica ya que dependen de financiamientos u otros factores que no podemos determinar”, explicó.
“Además de los de vivienda, otros proyectos son expansiones de centros comerciales y destaca uno de una clínica oncológica que presentó una ampliación. Pero este anteproyecto todavía no se puede considerar porque hace falta su aprobación ya que depende de factores como la zonificación y otros”, sostuvo.
Propuesta
Según Alfageme, la municipalidad tiene un proceso pendiente con Lima Metropolitana para modificar el estándar de altura para edificaciones en la avenida Javier Prado y no en la zona residencial de la comuna.
“Queremos que se crezca ordenadamente. Esta gestión todavía está en proceso y se había mandado en febrero de 2020. Se trata de aumentar las alturas en los proyectos inmobiliarios y corregir algunas deficiencias para mantener la homogeneidad y un entorno urbano agradable”, explicó.