Rusia
Rusia

Si bien el mayor gasto en consumo de los rusos podría parecer un indicio de recuperación económica, en realidad significa que la gente está más dispuesta a dejar de ahorrar y a tomar crédito para concretar compras que ha postergado durante años.

La demanda de los consumidores, que alguna vez fue el pilar de la economía del mayor exportador de energía del mundo, se recupera luego de una recesión y de que el derrumbe del rublo golpeara la economía de los hogares.

Sin embargo, dado que la recuperación económica es tibia y los ingresos declinan, la paciencia de la población se ha agotado e impulsa la demanda de bienes durables como autos y teléfonos inteligentes al mayor nivel en años.

“Ya no existe esa sensación de que estamos en crisis y las cosas empeorarán”, dijo Vladimir Tikhomirov, economista jefe de BCS Financial Group, una casa de bolsa de Moscú. “Eso ha permitido que algunos hogares reduzcan los ahorros y aumenten el gasto”.

El lado negativo del gasto basado en endeudamiento en Rusia es que se hace a expensas de la seguridad económica de los hogares. El ahorro se redujo en el tercer trimestre al 5% de los ingresos, cerca del nivel de 2008. Los rusos tuvieron que tomar crédito por cada cinco rublos que gastaron en el primer semestre.

Las ventas minoristas de productos no alimenticios treparon un 3,2 por ciento anual el mes pasado, lo que supera la cifra correspondiente a alimentos por un punto porcentual completo, según datos difundidos el martes. El crecimiento del gasto en consumo se ha desacelerado al aumentar 2,7 por ciento en noviembre respecto de igual mes del año pasado luego de incrementos de más de 3 por ciento en los dos meses anteriores.

El aumento de los salarios, que representan casi las dos terceras partes de los ingresos, no ha compensado una caída de los pagos de asistencia social y del dinero ganado de manera informal y por emprendimientos. Los ingresos disponibles reales se han reducido ahora todos los meses menos tres desde fines de 2014.

Si bien un tercio de los hogares considera que su situación económica en los últimos 12 meses es “buena” y “segura”, más de la quinta parte dijo que enfrentaba circunstancias “difíciles” o “muy difíciles”, que tenía que abstenerse de algunas compras y que hasta le costaba llegar a fin de mes, según la compañía de análisis Romir.

Pero después de contraer el gasto durante meses, los rusos ahora optan por usar sus ahorros, gastar el dinero que tienen y pedir prestado el resto.

Los nuevos préstamos representaron más de la quinta parte del gasto de los hogares en consumo en el primer semestre del año, en comparación con entre 15 y 18 por ciento en 2015 y 2016, según el Instituto Gaidar y la Academia Presidencial de Administración Pública y Economía Nacional de Rusia.

El crecimiento de los préstamos minoristas fue más rápido en regiones con una mayor concentración de pobreza, según un informe anterior de las entidades.

TAGS RELACIONADOS