refugios
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Lo más destacable del desempeño reciente del yen no es su fortalecimiento de casi 4% frente al dólar el jueves, sino el hecho de que la moneda acaba de cerrar su mejor mes en cerca de dos años.

Esa estadística también se aplica al oro, que en diciembre logró su mayor salto desde enero del 2017. Ambos activos han seguido aumentando este año. Mientras tanto, los bonos de los gobiernos del G-7 tuvieron su mejor diciembre en una década, según un índice de Bank of America Merrill Lynch.

En pocas palabras, los refugios tradicionales están de vuelta.

El mismo sinnúmero de problemas que atemorizan a los inversionistas en 2019 los está poniendo a salvo. La guerra comercial está comenzando a reflejarse en los resultados de empresas, como lo demuestra la reducción de la perspectiva de Apple el miércoles.

Al mismo tiempo, el endurecimiento de postura de la Reserva Federal afecta a la liquidez y reactiva la volatilidad en los mercados. Riesgos como el Brexit y las disputas presupuestarias de Italia con la Unión Europea no hacen más que empeorar el ánimo de riesgo alto y potenciar las operaciones de refugio.

"Hay tantas preocupaciones para los inversores en este momento: desaceleración económica mundial, China, cierre del gobierno de EE.UU., Brexit, riesgo político", comentó por correo electrónico Charles St-Arnaud, estratega de inversiones de Lombard Odier Asset Management en Londres.

"Además de eso, el desempeño ha sido débil y la volatilidad ha aumentado en la mayoría de las clases de activos. Por lo tanto, es comprensible que algunos inversionistas vayan a refugios más seguros a esperar algo de claridad".