Luego de varios días de protestas, motivadas por pobladores que buscan pagar menos por los pasajes desde Ollantaytambo hacia Machu Picchu, además de la demanda por una mayor frecuencia de viajes, Machu Picchu empezó a recibir turistas nuevamente desde el 19 de diciembre, cuando se levantó la toma que generó el bloqueo de la vía férrea y perjudicó a los turistas y a las operadoras PerúRail e IncaRail.
Sin embargo, el daño económico no ha sido menor y ha provocado que muchos negocios vuelvan a correr riesgos tras el reinicio de la actividad turística en Cusco, según Joe Farfán, presidente de la Cámara de Comercio de Cusco.
“Machu Picchu queda como un destino inseguro y no permite reactivar el turismo. Los turistas extranjeros pueden verlo como un peligro y generar incertidumbre. Ese es el daño real”, dijo Farfán.
Farfán refiere que Machu Picchu obtuvo la certificación de Safe Travel para tener turismo internacional y cuando todo marchaba con buena expectativa, hubo la paralización que debilitó muchos comercios. “Teníamos un arribo de casi mil turistas locales diarios y se han visto impedidos de llegar a la Ciudad Imperial”, explicó.
Cabe recordar que la actividad turística representa cerca del 20% del PBI de Cusco. Esta, a su vez, se divide en comercio, transporte y alojamientos y restaurantes, actividades que generan S/5 mil millones en la ciudad imperial además de 100 mil puestos de trabajo directos y hasta 300 mil indirectos en la región, indicó el representante.
Así, según estimaciones de la cámara, si en un día había un gasto mínimo de US$100 por turista, el efecto directo de los bloqueos en la actividad turística sería de cerca de S/3 millones. En esa línea, se estima también un efecto indirecto perjudicial para las campañas de navidad, fin de año y las reservas del inicio de 2021.
Nuevas protestas
En paralelo, Farfán señaló que la medida de protestas será retomada hacia mediados de enero, lo que genera preocupación en los gremios empresariales. De hecho, sostuvo, varias empresas están de nuevo ejecutando despidos, lo que genera un golpe para sus actividades.
“Las pocas agencias que ya operaban y tenían paquetes se vieron afectados, así como los hospedajes, restaurantes y artesanos. Además, quieren reiniciar el paro hacia mediados de enero. De los turistas que recibíamos, tres de cada cuatro son adultos”, detalló.
Con ello, destacó que se estaba generando una dinamización de hoteles de 4 y 5 estrellas, lo que se mostraba a través de la actividad en redes sociales.
Se estima que la Ciudad Imperial podía recibir, en condiciones normales, hasta más de 3 mil personas, lo que implicaba una mayor demanda que la cantidad diaria de turistas que podía acudir. De estos, más del 60% eran extranjeros, refirió.
Ahora, el límite es de 1,116 visitantes por día. El turista promedio se queda en la región por siete días y tiene un gasto máximo de hasta US$200 por día.