Bloomberg.- Venezuela está a punto de bombear la menor cantidad de petróleo en casi tres décadas, justo cuando más necesita los petrodólares.

Se espera que la producción del país suramericano baje a 1.84 millones de barriles por día el próximo año, la más baja en comparación con los datos oficiales del gobierno desde 1989, según una encuesta con cuatro analistas compilada por Bloomberg.

El número de plataformas petroleras alcanzó un mínimo de 14 años en octubre, conforme las compañías de perforación, incluida Schlumberger, redujeron su exposición en el país debido a facturas impagas.

Dueño de reservas de crudo más grandes que las de Arabia Saudita, Venezuela se encuentra al borde de la cesación de pagos. La producción de petróleo, la exportación clave que genera los dólares muy necesarios para pagar su deuda, se reducirá por séptimo año. No es solo la producción lo que está disminuyendo, dice Thomas Olney, analista de la consultora Facts Global Energy.

La calidad también ha bajado, reduciendo los ingresos de la compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA.

"La perforación se está reduciendo en Venezuela, la calidad del crudo se está deteriorando rápidamente", dijo Olney en una entrevista telefónica desde Londres. "Las sanciones de Estados Unidos hacen que sea aún más difícil para Venezuela comprar los productos químicos necesarios en el proceso de perforación. Por supuesto, todo esto hace que sea más difícil para Venezuela continuar generando efectivo".

Recientemente, Olney modificó su estimación de producción para el año próximo de 2 millones por día a 1.95 millones de barriles diarios.

Las reservas de divisas de Venezuela han caído por debajo de los US$10.000 millones. El gobierno programó una reunión con inversionistas de bonos para el lunes, luego de anunciar planes para renegociar su enorme carga de deuda.

PDVSA no devolvió un correo electrónico en busca de comentarios. El Ministerio de Petróleo de Venezuela no respondió de inmediato a una llamada en busca de comentarios.

Mala calidadLas refinerías en tres continentes dicen que la calidad del petróleo venezolano ha disminuido más notablemente este año. Los compradores han rechazado algunos cargamentos, mientras que los reclamos de descuentos en otros están aumentando, según personas al tanto de la situación.

En EE.UU, Phillips 66 rechazó cargas del petróleo venezolano Merey 16 debido al alto contenido de sal. El exceso de agua y contaminantes, como la sal, aceleran la corrosión de los oleoductos y los equipos, lo que provoca un tiempo de inactividad no deseado, al tiempo que las refinerías están haciendo grandes esfuerzos para satisfacer la creciente demanda mundial de combustible.

Las embarcaciones permanecen fuera de los puertos venezolanos durante días esperando que los inspectores contratados por los compradores estadounidenses verifiquen si el crudo cumple con las especificaciones.

En Asia, un comprador dijo que las solicitudes de reembolso por el petróleo de mala calidad se acumulan. Además del costo para reparar el daño por corrosión, los refinadores tienen que gastar más dinero para tratar la mezcla contaminada de agua y petróleo, conocida como "slops".

Un refinador en Europa y otro en Japón dicen que han reducido las compras de petróleo venezolano no solo por la baja calidad, sino también por las crecientes preocupaciones de hacer negocios con la petrolera estatal en medio de la actual crisis humanitaria y las sanciones de EE.UU. El comprador en Japón dijo que PDVSA ha estado tratando de atraerlos ofreciendo descuentos "abruptos".

Los mayores descuentos están contrarrestando el beneficio de los precios más altos, ya que la canasta de petróleo del país se duplicó con creces desde principios de 2016 al nivel más alto en dos años.

"Estos niveles más altos son positivos para PDVSA, pero no en la medida en que impulsarán la producción", dijo por teléfono desde Nueva York Luisa Palacios, directora en Medley Global Advisors, quien también es miembro del Centro sobre Política Energética Global de la Universidad de Columbia.

Las compañías de servicios petroleros, incluidas Schlumberger, Weatherford International y Halliburton, tiene cuentas pendientes combinadas por un total de US$ 1,000 millones, dijo Mara Roberts Duque, analista con sede en Nueva York para BMI Research, filial de Fitch Ratings Schlumberger reiteró el 25 de octubre que está reduciendo la actividad en Venezuela debido a pagos atrasados.

"La producción se mantendrá en declive más allá de 2020 debido en gran parte al gran deterioro de los equipos y la pérdida de mano de obra calificada en Venezuela, lo cual tardará varios años en repararse", dijo por correo electrónico.

"Hay poca o ninguna inversión en upstream y, con las deudas inminentes todavía en el limbo, tanto PDVSA como los participantes del sector privado aguantarán las inversiones", dijo.