Redacción Gestión

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El volvió a subir hoy, con el referencial logrando su mayor alza en dos semanas en 17 años, debido a los enfrentamientos en Libia y la caída del número de plataformas operativas.

Los precios han subido casi un 20% en las últimas seis sesiones, pero se mantienen cerca de un 50% por debajo del mayor nivel que alcanzaron a mediados del año pasado debido a preocupaciones por un exceso de oferta.

Los futuros del Brent subieron un 9% en la semana, su mayor alza desde 2011, y un 19% en dos semanas, el avance más importante para el periodo desde 1998. Pero las alzas se dieron en medio de una gran volatilidad en el mercado.

El número de plataformas perforadoras de petróleo operativas en Estados Unidos cayó en 83 esta semana a 1,140, la menor cifra desde diciembre del 2011, mostró un sondeo el viernes, en una clara señal de la presión que está ejerciendo la caída de los precios en los productores.

El volumen del Brent en dos semanas marcó un récord de unos 3 millones de contratos, según datos de Reuters.

El Brent subió US$ 1.23, o un 2.2%, para cerrar la jornada en US$ 57.80 por barril. En tanto, el crudo para entrega en marzo en Estados Unidos avanzó US$ 1.21, o un 2.4%, a US$ 51.69 por barril.

Además del número de plataformas de perforación petrolera operativas en Estados Unidos, la preocupación por la caída en la producción de Libia, miembro de la OPEP, y las buenas cifras de empleo en Estados Unidos impulsaron los precios.

El crecimiento del empleo en Estados Unidos avanzó enérgicamente en enero y los salarios repuntaron con fuerza, en una señal de la fortaleza subyacente de la economía que vuelve a poner sobre la mesa una posible alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal a mediados de año.

Los combates en Libia, donde dos gobiernos y parlamentos aliados a grupos armados rivales luchan por el control político, alimentaban las preocupaciones sobre las exportaciones de petróleo del país.

Eso contribuía a que el mercado hiciera caso omiso a un exceso global de petróleo, así como a reducciones del precio oficial de venta a Asia por parte del principal productor de la OPEP, Arabia Saudita, al menor nivel en al menos 12 años.