Redacción Gestión

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El protagonizó su peor caída diaria tras ceder cerca de un 2%, luego de que un sólido dato de y un nuevo llevaron a los operadores a tomar ganancias.

Señales de estabilización tras una venta generalizada de activos de mercados emergentes, algo que había impulsado los precios del oro esta semana, también afectaron el atractivo del lingote.

El dólar se fortaleció y el índice de acciones subió más de un 1%, luego de una serie de datos que mostraron que un fuerte gasto por parte de las familias y crecientes exportaciones ayudaron a la economía estadounidense a crecer un 3.2% en el cuarto trimestre.

Si bien la cifra implica una desaceleración desde el 4.1% registrado en el tercer trimestre, refleja un desempeño mucho más potente que el anticipado.

El oro al contado cayó un 1.8% a 1,244.60 dólares la onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en febrero bajaron 19.7 dólares a 1,242.5 dólares la onza.

El recorte de la Fed pesó sobre el oro, cuyo precio subió cuando se introdujeron medidas de alivio cuantitativo tras la crisis financiera. Las medidas mantuvieron las tasas de interés bajas al tiempo que avivaban los temores inflacionarios.

El metal precioso también fue presionado por las ganancias de las acciones latinoamericanas y el repunte de divisas como el rublo ruso y la lira turca, después de que funcionarios prometieron tomar las medidas necesarias para estabilizar sus mercados. Sin embargo, los inversores creen que el alivio durará poco.

A pesar de la caída, el oro continúa con un alza acumulada del 3% en lo que va del año. El lingote se ha beneficiado por las pérdidas en las acciones, tras un 2013 que marcó un retroceso del 28% en los precios del metal y un repunte récord para los títulos estadounidenses.