Los bancos centrales habían enfatizado que los riesgos de inflación de la variante ómicron tenían de dos caras, lo que podría exacerbar las presiones sobre los precios.
Los bancos centrales habían enfatizado que los riesgos de inflación de la variante ómicron tenían de dos caras, lo que podría exacerbar las presiones sobre los precios.

Cada vez es más difícil convencer a los operadores de que los bancos centrales pueden seguir la línea dura de la que hablan a medida que se intensifican las preocupaciones en torno a la variante ómicron.