Redacción Gestión

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Tokio (Reuters).- Una ola de ventas de las acciones chinas lastraba el lunes a los mercados de Asia, y el yuan rebotaba por una supuesta intervención de Pekín horas antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) decida si incluirá a la moneda china en una canasta de monedas de reserva.

El índice MSCI de acciones asiáticas fuera de Japón caía un 0.6%, y se encamina a cerrar noviembre con una pérdida de un 2.6%, después de anotar en octubre sus primeras ganancias en seis meses.

En Japón, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio se debilitó un 0.7%, aunque registró un repunte mensual de un 3.5%.

Los mercados de China cerraron estables luego de desplomarse un 3.2 por ciento en un momento de la sesión y de anotar el viernes sus mayores pérdidas diarias en más de tres meses.

El yuan, que se espera obtenga el visto bueno del FMI como moneda de reserva, rebotaba en el comercio extranjero por un supuesto caso de intervención de Pekín.

El yuan en el mercado extranjero abrió en 6,4515 unidades por dólar, su nivel más débil en tres meses y a un precio muy por debajo de la tasa local, una situación a la que el banco central se ha resistido desde que una devaluación inesperada en agosto generó especulaciones en el mercado de una debilidad adicional de la moneda.

El Banco Popular de China estableció la tasa de punto medio de la moneda china a 6,3962 unidades por dólar antes de la apertura del mercado, y el yuan al contado en el mercado local quedó vinculado al punto medio en 6,3961.

Varios minutos después de la apertura del comercio, sin embargo, la tasa en el extranjero se afirmó bruscamente a alrededor de 6,42 unidades por dólar, lo que llevó a algunos comerciantes a sospechar que los bancos chinos de propiedad estatal estaban comprando yuanes por orden del banco central.

Los bruscos movimientos iniciales vienen justo cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) parece encaminado a aprobar la inclusión del yuan en su canasta de monedas de reserva cuando se reúna el lunes.

La aprobación colocará al yuan a la par con el dólar estadounidense, el yen japonés, la libra esterlina y el euro, aunque las firmas se han mostrado renuentes a mantener activos en yuanes por las expectativas de una relajación adicional de la política monetaria china y la posibilidad de un alza de las tasas de interés en Estados Unidos.